El argumento «ad misericordiam»

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El argumento ad misericordiam se trata de una apelación a las emociones del interlocutor para que un argumento se considere válido. También se conoce como argumentum ad misericordiam, apelación a la piedad o apelación a la misericordia. Un ejemplo común de este tipo de argumentos, puede ser cuando un alumno apela a la piedad de la maestra para evitar ser reprendido por no realizar la tarea.

Significado y características del argumento ad misericordiam

La frase argumentum ad misericordiam proviene del latín y significa, literalmente, «argumento de misericordia». En la retórica, se lo conoce comúnmente como argumento ad misericordiam o apelación a la piedad.

El argumento ad misericordiam es una manipulación de los sentimientos para dar validez a un argumento. En otras palabras, podemos decir que es un modo de persuasión que se lleva a cabo para sostener un argumento como verdadero.

Algunos intelectuales lo consideran una falacia, es decir, un argumento que parece válido pero que, en realidad, no lo es. De hecho, la primera mención de ad misericordiam como falacia fue en un artículo de la revista Edinburgh Review en 1824. En su libro El camino de las palabras, el filósofo estadounidense Ronald Munson sostiene que para defender un argumento no es relevante atraer la simpatía o apelar a la piedad. Por lo tanto, el argumento ad misericordiam sí que podría ser un indicador de falacia.

Sin embargo, otros expertos están en desacuerdo, porque consideran que el argumento que se intenta defender utilizando la apelación a la misericordia puede ser veraz, auqnue también pueda no serlo.

Cuándo se usa el argumento ad misericordiam

A diferencia de la apelación de fuerza, donde el argumento es válido porque quien lo sostiene tiene la fuerza necesaria para imponerlo, la apelación a la misericordia prentende evitar una consecuencia o castigo, por medio de excusas que a veces llegan a extremos ridículos o irrelevantes.

El argumento «ad misericordiam» se utiliza de la siguiente manera:

  • El primer interlocutor sostiene que el tema o hecho «Z» es verdadero.
  • El primer interlocutor merece piedad o misericordia por cierta circunstancia o excusa X.
  • Por lo tanto, «Z», lo que sostiene el primer interlocutor, es verdadero, o se le debe conceder.

En otras palabras, el objetivo del uso de este argumento es causar una respuesta emocional favorable para que el argumento sea considerado como veraz. También se utiliza con el fin de persuadir para obtener un beneficio o librarse de una consecuencia o castigo. Sin embargo, al intentar obtener la piedad, la empatía o la consideración del interlocutor para validar una conclusión, el contenido del argumento se vuelve inverosímil o falaz.

Ejemplos del argumento ad misericordiam

Para comprender mejor en qué contexto se suele utilizar el argumento ad misericordiam, veamos los siguientes ejemplos de situaciones más comunes:

  • Un asesino en prisión que se queja de las condiciones de su confinamiento para librarse de su condena.
  • La apelación emocional de un escritor para obtener apoyo adicional del lector, después de desarrollar un argumento lógico.
  • Las excusas de un niño con lágrimas en los ojos para evitar el castigo por haberse portado mal.
  • Un hombre que pide trabajo diciendo que debe mantener a una gran familia.

Otros ejemplos

Otros ejemplos del uso del argumento ad misericordiam pueden ser los siguientes:

  • “Señor Juez, mi cliente no mató a su esposa. Está sufriendo demasiado con su ausencia”.
  • -“Mi hermano abandonó a su hijo porque no podía mantenerse ni a sí mismo. Además del daño de haber perdido a su hijo, ¿lo vamos a culpar por abandonarlo?”.
  • -“Debemos invadir este país porque está desarrollando armas nucleares peligrosas para todo el mundo, y tenemos que defender a nuestros semejantes”.
  • -“Señoragente, si me multa no podré llegar a fin de mes y no tendré medios para dar de comer a mis hijos”.
  • -“Si me dejas, me mato”.
  • -“Profesor, mi padre tuvo un accidente y está en el hospital. No me suspenda, por favor».
  • -“No merece la condena porque robó para dar de comer a sus hijos”.
  • -“Disculpe, inspector, me excedí en la velocidad porque estoy llegando tarde para un examen final y si no apruebo, tendré que esperar otro año para graduarme”.

Bibliografía

  • Cialdini, R. Pre-suasión: Un método revolucionario para influir y persuadir. (2017). España. Conecta.
  • De Trebisonda, J. Libros de retórica: Libros I y II. (2013). España. Tecnos.
  • Pastor Pérez, L. Retórica Exprés: El sistema rápido basado en los clásicos para comunicar con éxito. (2010). España. Editorial UOC.
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Cecilia Martinez (B.S.)
Cecilia Martinez (Licenciada en Humanidades) - AUTORA. Redactora. Divulgadora cultural y científica.

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