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Las hojas son componentes fundamentales de las plantas: en ellas se produce el intercambio gaseoso y de agua con la atmósfera, así como la fotosíntesis. Tienen formas laminares con diferentes arreglos; son grandes superficies expuestas a la luz del sol en donde se despliegan los tejidos y órganos que realizan la fotosíntesis junto a otros procesos vitales para la planta.
Las formas de las hojas pueden ser muy diversas y suelen ser una característica de la especie, siendo su clasificación dependiente de varios parámetros. En el caso de los árboles, se denomina hoja compuesta a las que tienen dos o más partes diferenciadas unidas al mismo tallo o pecíolo.
Un primer elemento para identificar una especie de árbol puede ser ver si tiene hoja simple u hoja compuesta, para luego avanzar en otros aspectos específicos como la forma de las hojas, la corteza o sus flores y semillas. Una vez identificado que se trata de un árbol con hojas compuestas, se puede tratar de ver a cuál de los tres tipos genéricos de hoja compuesta se puede asociar. Estas tres clases de hojas compuestas son las hojas palmeadas, las pinnadas y las bipinnadas. Estas tres clases se inscriben en una forma de clasificación basada en la morfología de las hojas, la cual se utiliza para estudiar las plantas y definir su género y especie. La clasificación morfológica incluye la descripción de la nervadura de la hoja, su forma general y la de sus bordes, así como la disposición del vástago.
Los subcomponentes de las hojas palmeadas irradian desde un punto de unión a la rama llamado extremo distal del pecíolo o raquis. Reciben su nombre del parecido de este formato de hoja con la palma y los dedos de una mano.
Las hojas compuestas pinnadas se estructuran con pequeñas ramitas de diferentes longitudes irradiando a lo largo del pecíolo, desde las cuales crecen hojas de diferente forma y tamaño. Esta forma de hoja se asemeja en algunos casos a la distribución de una pluma. Cuando las pequeñas ramitas que se distribuyen a lo largo del pecíolo de una hoja son, a su vez, pinnadas, se las llama hojas compuestas bipinnadas.
Hojas compuestas palmeadas
Las hojas compuestas palmeadas se distribuyen a partir de un punto en el extremo del pecíolo y pueden estar compuestas por tres o más partes, dependiendo del género de árbol. En este tipo de hoja cada sección que irradia desde el punto de unión, la axila, forma parte de la hoja, por lo que se puede confundir con las hojas simples formadas en ramas con una distribución en racimo. Las hojas palmadas no tienen raquis, un eje de estructuración o irradiación, sino que sus partes se unen en el pecíolo. Las hojas de castaño que se muestran en la figura superior son un ejemplo de hojas palmadas.
Hojas compuestas pinnadas
Las hojas compuestas pinnadas despliegan pequeñas hojas a partir de una vena, un raquis, y el conjunto conforma la hoja que se une al pecíolo o tallo. Las hojas del fresno son un ejemplo de hoja compuesta pinnada.
Hojas compuestas bipinnadas
Se suele confundir las hojas compuestas bipinnadas con hojas similares como la de los helechos; sin embargo, estas son plantas diferentes, no son árboles. Las hojas compuestas bipinnadas son como las pinnadas pero en lugar de hojas distribuidas a lo largo del raquis despliegan raquis secundarios a lo largo del primario, y de estos raquis secundarios emergen las hojas. Las hojas de acacia de la figura superior son un ejemplo de hoja compuesta bipinnada.
Fuente
González, A.M., Arbo, M.M. Organización del cuerpo de la planta; la hoja. Morfología de plantas vasculares. Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, 2009.
Formas de hojas compuestas. Botanipedia.
