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Una holofrase es una oración, generalmente conformada por una sola palabra, que tiene un significado complejo. La holofrase engloba acciones o conceptos completos dentro de un solo término sencillo y es un fenómeno se da en el lenguaje cotidiano en palabras como “okey”. En el campo de la adquisición del lenguaje, las holofrases son aquellas palabras que utilizan los niños para comunicar ideas que en el lenguaje adulto requieren de oraciones complejas. Por ejemplo, cuando un niño pequeño dice simplemente “agua” puede equivaler a “tengo sed, quiero agua”.
Las holofrases suelen constar de una sola palabra pero no siempre es el caso, ya que pueden ser oraciones un poco más largas que los niños perciban como una sola. Un ejemplo puede ser “ahí ‘ta” para denotar la ubicación de algo o alguien.
El término “holofrase” tiene sus orígenes en la década de 1960, cuando el psicolingüista Martin Braine propuso la teoría de que las palabras sencillas usadas durante la primera infancia englobaban funciones comunicativas tan amplias como una oración. Por ello las llamó “holofrásticas” o declaraciones de una sola palabra.
Las primeras palabras y holofrases
La forma en la que los niños adquieren y desarrollan el lenguaje ha sido de gran interés en las disciplinas de la psicología y sociolingüística. Su estudio suele estar enfocado en niños en la primera infancia, desde el momento en el que empiezan a hablar hasta aproximadamente los tres años.
Los bebés recién nacidos emiten sonidos guturales y llantos que son llamados simples de atención. Mientras van creciendo, toman para sí palabras oídas en su entorno para comunicar sus deseos y necesidades. Los bebés empiezan a balbucir conatos de palabras alrededor de los seis meses pero no es hasta el primer año que estos toman formas de palabras como “mamá” o “papá”.
Interpretación y contexto de las holofrases
El uso del lenguaje, incluyendo la fase holofrásica (aproximadamente entre los 18 y 36 meses), es una forma clave a la hora rastrear el desarrollo de los niños. En esta primera etapa lingüística pueden nombrar objetos y personas, así como expresar deseos y describir acciones (Danesi, 2003).
Con mayor desarrollo viene también una mayor complejidad en los significados de las holofrases de los infantes. Por ejemplo, dependiendo del contexto, la holofrase “mamá” puede denotar una afirmación (“esta es mamá”) o una pregunta (“¿dónde está mamá?”). Por lo mismo, puede ser difícil interpretarlos y es imposible usar una holofrase como única métrica para entender qué es lo que el niño quiere expresar.
Como su uso del lenguaje está desarrollándose, la comunicación de niños muy pequeños va más allá de las palabras y es esencial tener en cuenta su gestualidad y contexto para entender qué intentan comunicar. La holofrase, por ende, vendría siendo un elemento dentro de un conjunto de formas de comunicación que incluyen lo verbal y lo no verbal (Lightfoot et al., 2008).
¿Los adultos usan holofrases?
Claro que sí. Los adultos usan holofrases constantemente, específicamente aquellas que su contexto lingüístico ha aceptado como entendibles o universales. Un ejemplo claro, como denotamos al principio de este artículo, es la palabra “okey”, que en muchísimos países de habla hispana, así como en el mundo anglo, se entiende como “todo está bien”. Aunque pueden ser más largos que las holofrases tradicionales, los modismos y frases hechas se usan de la misma manera, denotando un significado complejo que no es visible de forma literal en las palabras usadas.
También hablamos de holofrases en lenguas muy aglutinantes o polisintéticas. En este tipo de lengua una sola palabra puede contener todos los elementos gramaticales para significar una oración compleja.
El estudio de la holofrase
El concepto de la holofrase tiene casi 60 años en uso y hoy en día algunos académicos ponen en duda su relevancia como término. Por ejemplo, Hobbs (2005) sugiere que no hay evidencia de que exista una “fase holofrástica” que difiera de la etapa en la que los niños pequeños se comunican con una sola palabra. Aunque el uso del término «holofrase» está bastante aceptado, es importante tener en cuenta que la psicolingüística es una ciencia dinámica y en crecimiento cuyos conceptos siguen evolucionando.
Fuentes
- Danesi, Marcel. Second Language Teaching. Springer, 2003.
- De Villiers, Jill, and Peter De Villiers. Language Acquisition. Harvard University Press, 1979.
- Hobbs, Jerry R. «The Origin and Evolution of Language: A Plausible Strong-AI Account.» Action To Language via the Mirror Neuron System. Cambridge University Press, 2005.
- Lightfoot, Cynthia et al. The Development of Children. 6th ed. Worth Publishers, 2008.
- Rowe, Bruce M., and Diane P. Levine. A Concise Introduction to Linguistics. 4th ed. Routledge, 2014.
- Tomasello, Michael. Constructing a Language: A Usage-Based Theory of Language Acquisition. Harvard University Press, 2003.