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El cuento Colinas como elefantes blancos de Ernest Hemingway es una de las obras maestras de este autor norteamericano; con un estilo sencillo y conciso nos sumerge en la misteriosa historia de un hombre y una mujer que esperan el tren rumbo a Madrid. Este cuento, lleno de simbolismos y una trama oculta, es uno de los referentes más característicos de la maestría de Hemingway.
Sobre el autor
Ernest Miller Hemingway (1899-1961) fue un escritor y periodista estadounidense. Actualmente se lo considera como uno de los cuentistas y novelistas más importantes del siglo XX.
Hemingway creció en Oak Park, Illinois. Después de trabajar como periodista del Kansas City Star fue corresponsal en diferentes eventos históricos.
Durante la Primera Guerra Mundial formó parte del ejército norteamericano, desempeñándose como conductor de ambulancias hasta resultar gravemente herido en 1918. Posteriormente, sus experiencias en la guerra influyeron en sus obras; quizá su obra más conocida al respecto es su novela Adiós a las armas.
Hemingway fue corresponsal durante la guerra civil española y también estuvo presente en el desembarco de Normandía y la liberación de París durante la Segunda Guerra Mundial. Además, vivió en África y Cuba y tuvo una vida llena de aventuras, algunas de las cuales le causaron problemas crónicos de salud.
En cuanto a su vida personal, Hemingway se casó cuatro veces y tuvo tres hijos: Patrick, Jack y Gregory. Dos de sus nietas, Mariel y Margaux, fueron famosas en el mundo del arte y la moda durante la década de 1980.
Hemingway escribió la mayoría de sus obras entre 1920 y 1961, el año de su muerte; incluso, algunos de sus trabajos se publicaron de forma póstuma. Su primera novela, Fiesta, se publicó en 1926.
En 1952 se publicó de El viejo y el mar, que es probablemente su novela más famosa.
Su estilo particular tuvo una gran influencia en la ficción de la época. A él se le debe la «teoría del iceberg», una forma de escritura que deja implícita parte de la trama de la historia para que el lector saque sus propias conclusiones.
En 1953, recibió el Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar. Al año siguiente ganó el Premio Nobel de Literatura por su obra completa.
En 1959, se mudó a Idaho, Estados Unidos. Allí se suicidó el 2 de julio de 1961. Tenía 61 años.
Obra literaria
En su obra literaria se destacan sus novelas y cuentos, algunos de los cuales se consideran clásicos de la literatura estadounidense y mundial. Algunos de ellos son:
- Las novelas:
- Fiesta (1926).
- Aguas primaverales (1926).
- Adiós a las armas (1929).
- Tener y no tener (1937).
- Por quién doblan las campanas (1940).
- Al otro lado del río y entre los árboles (1950).
- El viejo y el mar (1952).
- Las antologías de cuentos:
- Tres relatos y diez poemas (1923)
- En nuestro tiempo (1925)
- Hombres sin mujeres (1927)
- El ganador no se lleva nada (1933)
- La quinta columna y los primeros cuarenta y nueve relatos (1938).
- Las nieves del Kilimanjaro (1961).
- Obras póstumas:
- La quinta columna y cuatro historias de la guerra civil española (1969)
- Islas a la deriva (1970).
- Nick Adams (1972)
- El jardín del Edén (1986).
- Al romper el alba (1999).
Análisis de Colinas como elefantes blancos
Colinas como elefantes blancos se publicó por primera vez en 1927, dentro del libro de cuentos Hombres sin mujeres. Se trata de un cuento corto que a pesar de su brevedad causa impacto en el lector. Por ello, es el fiel reflejo del estilo de este autor. Hoy en día se considera Colinas como elefantes blancos como uno de los máximos ejemplos de la teoría del iceberg de Hemingway.
Hemingway y la teoría del iceberg (o teoría de la omisión)
Hemingway afirmaba que lo expresado en un cuento o novela debía ser simplemente una pequeña parte del total de la historia, es decir, la «punta del iceberg».
Al igual que un iceberg que solo deja ver un ochenta por ciento de su superficie, las páginas tenían que mostrar sólo una parte de la historia. Según Hemingway, el talento o la maestría del escritor estaba en utilizar tan pocas palabras como fuera posible, tratando de que la mayor parte de la trama permaneciera implícita.
Sin embargo, Hemingway también resaltó la importancia de que el escritor conozca perfectamente todos los detalles de su historia. Por lo tanto, las omisiones debían ser conscientes y estratégicas. Además, debían permitir que el lector realice su propia interpretación de los hechos. Esto marcó su estilo minimalista característico y lo distinguió de otros escritores.
Personajes de Colinas como elefantes blancos
En Colinas como elefantes blancos aparecen tres personajes:
Jig: es uno de los personajes principales. Se trata de una joven de nacionalidad desconocida y de la que no sabemos más detalles. A lo largo del cuento mantiene un diálogo con el norteamericano que se convierte en una discusión acalorada, llena de ironías y dobles sentidos. Aparece como una persona pensativa y dubitativa, y por momentos, emotiva; está por tomar una decisión importante.
El norteamericano: es el otro personaje principal y solo sabemos su nacionalidad. Aparece como un hombre insistente que intenta manipular a Jig, esperando que ella acceda a realizar lo que él desea. Entre ambos parece haber una relación sentimental, aunque no está claro exactamente qué vínculo tienen ni desde cuándo se conocen.
La camarera: es un personaje secundario que les entrega las bebidas en un bar cerca de la estación. En un determinado momento parece interrumpir la discusión de la pareja a propósito. De alguna manera, es posible que este personaje aparezca en defensa de la protagonista.
Significado de los símbolos de Colinas como elefantes blancos
En el cuento hay varios símbolos implícitos que permiten comprender de qué se trata la historia, la cual permanece rodeada de misterio.
La operación
Aunque no se detalla ni se menciona específicamente, la «operación» hace referencia al aborto. Este es el tema sobre el cual ambos protagonistas discuten para intentar llegar a una conclusión. A lo largo de la historia, el hombre deja en claro su postura de que quiere que la mujer se someta a la operación. Él la describe como un procedimiento «terriblemente simple», «perfectamente simple» y que «no es realmente una operación».
El tema del aborto también se deja entrever en otras expresiones de los protagonistas, como cuando el norteamericano afirma: «Pero no quiero a nadie más que a ti. No quiero que nadie se interponga. Y sé que es perfectamente sencillo». Estas palabras sugieren que habrá «alguien más» a menos que la mujer se opere.
Las colinas
Las colinas hacen referencia a la anatomía femenina durante el embarazo: las curvas de los senos y el vientre abultado. Al mencionar las colinas, Jig está imaginando cómo sería ese proceso.
Los elefantes blancos
Este es, tal vez, el mayor símbolo del cuento. El origen de esta frase está relacionado con una práctica en la antigua Siam, reino que actualmente es Tailandia. En ese entonces, los elefantes blancos eran sagrados y se consideraban como un tesoro. Sin embargo, que el rey le regalara un elefante blanco a un miembro de su corte significaba que había enemistad entre ellos. Aunque a primera vista parecía un honor, en realidad el regalo causaría la ruina de quien lo recibiera, ya que mantener al elefante era muy costoso. Por lo tanto, un elefante blanco simboliza una carga u obstáculo, algo negativo e indeseado.
El paisaje
El contraste entre el paisaje seco y árido donde están, con el río, los árboles y las colinas del otro lado, remarcan la situación actual y el futuro prometedor que les espera después del aborto.
El orozuz
El orozuz es una planta común en España con que se elabora una bebida que se caracteriza por su sabor amargo. Esto simboliza los sentimientos negativos o agridulces de la protagonista mientras sopesa las opciones.
El ajenjo
Esta planta se conoce por sus propiedades abortivas; por lo tanto, su mención es una clara referencia al aborto.
Otras frases interesantes
Además de estos símbolos, el diálogo está lleno de ironías con doble sentido que refuerzan el tema de la historia. Por ejemplo:
- Cuando la mujer comenta que las colinas parecen elefantes blancos, el hombre dice que nunca ha visto uno. Ella responde: «No, no lo habrías hecho». Si las colinas representan la fertilidad femenina y el embarazo, ella podría estar sugiriendo que él no es el tipo de persona que alguna vez tendría un hijo.
- En otra parte del diálogo, aunque el hombre intenta quitarle importancia al asunto poniendo como ejemplo a otras personas, la mujer sabe que no es como él dice y lo demuestra con ironía: «Y después todos fueron tan felices».
- Con la repetición en la frase «¿querrías por favor por favor por favor por favor callarte la boca?» se pone de manifiesto la exasperación de la protagonista, que parece haberse dado cuenta de la manipulación del hombre. También parece haber perdido la esperanza ante su insistencia.
- En la frase final: «Me siento muy bien -dijo ella-. No me pasa nada. Me siento muy bien.», la protagonista expresa algo que parece ser lo opuesto a sus sentimientos reales o incluso a la tranquilidad de haber tomado una decisión. El autor deja esta incógnita sobre la decisión final de la mujer para que el lector haga su propia interpretación.
Bibliografía
- Hemingway, E. Colinas como elefantes blancos. (2011, 4° edición). España. Debolsillo.
- Ciudad Seva. Luis López Nieves. Colinas como elefantes blancos. Disponible online en: https://ciudadseva.com/texto/colinas-como-elefantes-blancos/
- Sánchez, J. A. Análisis de cuentos: Diseccionamos: ‘Colinas como elefantes blancos’, de Ernest Hemingway. (2021). Artículo disponible en: https://escribiryo.com/2021/05/15/diseccionamos-colinas-como-elefantes-blancos-de-ernest-hemingway/