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La historia de la Antigua Roma se caracterizó por la lucha por el poder y el gobierno de muchos emperadores romanos, algunos muy controvertidos. Si bien muchos de ellos fueron considerados héroes y hombres adelantados a su tiempo, algunos, como por ejemplo Nerón y Calígula, destacaron por su crueldad, su perversión y sus prácticas sangrientas.
Los emperadores en la Antigua Roma
En la Antigua Roma, la máxima autoridad se llamó de diferentes maneras, entre ellas princeps, según las distintas etapas del imperio. Los primeros generales romanos evitaron llamarse emperadores, y en cambio, se denominaban Primus inter pares, que significa «primero entre iguales». El título de imperator o «emperador», se empezó a utilizar durante el gobierno de Julio César (100-44 a. C.), y se afianzó cuando surgió el primer verdadero emperador romano en el sentido de que ejercía un poder único del que no daba cuenta real a nadie. Ese fue Augusto (63-14 a. C.), sobrino y ahijado de Juli César.
Estos gobernantes se diferenciaban de los reyes porque eran elegidos por el ejército, el Senado o ambos. Si bien el traspaso del poder entre los emperadores podía ser hereditario, el heredero igualmente debía contar con la aprobación de los militares y los miembros del Senado.
A los emperadores también se los llamaba, comúnmente, con títulos como «César» o «Augusto», que les otorgaban diferentes poderes. Por ejemplo, podían presidir y terminar la sesión del Senado, encabezar las celebraciones religiosas, perdonar o condenar a muerte, proponer o vetar leyes, mandar en otras provincias del imperio y convocar asambleas.
5 de los peores emperadores romanos
A lo largo de la historia de Roma, hubo varios emperadores controvertidos, que abusaron de su poder y llevaron a cabo todo tipo de actos viles, asesinatos y hasta genocidios. Algunos de ellos no solo se distinguieron y pasaron a la historia por ello, sino que incluso, su vida se convirtió en inspiración para todo tipo de películas, series de TV, documentales y obras de teatro.
A continuación, hay una lista de los, en nuestra opinión, peores emperadores romanos, tanto por sus excesos como por su crueldad y locura; son, por orden cronológico, los siguientes:
- Calígula.
- Nerón .
- Domiciano.
- Cómodo.
- Heliogábalo.
Calígula
Cayo Julio César Augusto Germánico (12-41 d.C.), más conocido como «Calígula», o simplemente «Cayo», fue el tercer emperador romano, después de Augusto y Tiberio.
Su padre era Germánico, hijo adoptivo del emperador Tiberio y su abuelo, Nerón Claudio Druso. Germánico se distinguió como uno de los mejores generales de Roma. Su madre era una dama noble llamada Agripina.
Cuando era niño, acompañó a su padre en sus expediciones militares en Germania, y los legionarios lo apodaron Calígula, que significaba «botitas», en referencia a las caligas, las sandalias con forma de bota que usaban las legiones romanas.
Calígula gobernó Roma durante cuatro años, desde el año 37 al 41 d. C. Aparentemente, al principio de su gobierno tuvo un buen desempeño y administró bien los recursos. Pero después de padecer una enfermedad grave o ser envenenado, se volvió cruel y depravado e inició una vida plagada de excesos. Comenzó a mostrar algunas excentricidades, como deambular por el palacio en medio de la noche, ordenar a sus tropas que recolecten conchas de mar y pedirle dinero a la plebe para pagar las deudas del imperio. Incluso nombró senador a su caballo Incitato.
Además, ejerció como un tirano megalómano y demente: fue el primer emperador romano en presentarse como un dios y exigir que se lo venerase como tal. Para ello, ordenó construir tres templos para que el pueblo le rindiera culto. Incluso, llegó a firmar con el nombre de Júpiter, el dios supremo romano.
Asimismo, empezó a realizar todo tipo de prácticas sexuales y violentas, como el incesto con sus hermanas. Además, abrió un burdel en el palacio.
También se casó al menos cuatro veces, con Junia Claudila, Cornelia Orestila, Lolia Paulina y Milonia Cesonia. Con esta última tuvo a su única hija, Julia Drusila.
Durante el gobierno de Calígula se produjeron muchas muertes en su entorno cercano, de las cuales se cree que él fue el culpable. Se sospecha que mandó a asesinar u obligó a suicidarse a varios de sus familiares, incluyendo a su padre adoptivo Tiberio (aunque las circunstancias no están claras), a su primo Tiberio Gemelo, a su abuela Antonia, a su suegro Marco Silano y a su cuñado Marco Lépido. También asesinó a otras personas importantes de Roma y a ciudadanos comunes. Incluso llevó a cabo innumerables ejecuciones sin juicio previo.
Finalmente, después de constantes actos macabros y crueles, la guardia pretoriana lo asesinó, junto a su esposa y su hija, como parte de una conspiración con el Senado para derrocarlo. Después de su muerte, su tío Claudio se convirtió en el nuevo emperador.
Heliogábalo
(203-222 d. C.), cuyo nombre era Vario Avito Basiano, recibió el nombre de Marco Aurelio Antonino Augusto cuando se convirtió en emperador romano y gobernó durante los años 218 y 222 d. C. Era hijo de Sexto Vario Marcelo y Julia Soemia Basiana. Su padre pertenecía a la orden ecuestre de Roma, no a la nobleza, y más tarde fue senador.
Heliogábalo nació en los territorios romanos que hoy pertenecen a Siria. De hecho, el nombre Heliógabalo, que deriva del latín Elagabalus, es un apodo que obtuvo después de su muerte, debido a su gran devoción al dios sol sirio El-gabal y por algunas de sus prácticas religiosas. Por ejemplo, reemplazó al dios Júpiter por el dios Sol Invicto y obligó a los miembros de su corte a venerarlo. Además, se convirtió en sacerdote de este nuevo culto.
Heliogábalo ascendió al trono con tan solo 14 años. Logró acceder a él por medio de una conspiración de su abuela, Julia Mesa, tía del difunto emperador Caracalla. A la muerte de Caracalla, subió al trono Macrino. Julia Mesa y sus aliados lo derrocaron y ofrecieron como legítimo heredero a Heliogábalo, que en realidad no era hijo de Caracalla, sino un pariente lejano.
La corta vida de Heliogábalo estuvo marcada por sus cinco matrimonios y una gran cantidad de conquistas homosexuales. Algunos historiadores lo acusaron de no comportarse ni encargarse de sus deberes como emperador, y en cambio, trasvestirse, prostituirse, violar a niños e instalar un burdel en el palacio. En algún momento llegó, incluso, a querer castrarse para convertirse en mujer.
Si bien Heliogábalo les otorgó algunos derechos a las mujeres romanas, permitiéndoles asistir a las sesiones del Senado, no tomó grandes medidas beneficiosas para Roma. De hecho, fue acusado de corrupción, ya que se creía que les otorgaba favores especiales o cargos a sus amantes masculinos. También ordenó encarcelar o ejecutar a muchos de sus detractores.
Su comportamiento depravado y negligente hizo que su popularidad comenzara a declinar. Su abuela, la misma que lo ayudó a ser emperador, conspiró de nuevo para que el heredero sea otro de sus nietos, Alejandro Severo.
Finalmente, la guarda pretoriana asesinó a Heliogábalo y su madre en el año 222 d.C., y coronó como emperador a su primo Alejandro.
Nerón
Nerón Claudio César Augusto Germánico (37-68 d. C.), conocido simplemente como Nerón, se considera como el peor y el más cruel de los emperadores romanos. Gobernó desde el año 54 al 68 d. C. y fue el sucesor del emperador Claudio, quien era su tío y lo nombró como su heredero, en lugar de su propio hijo Británico, que era menor de edad.
Nerón era hijo de Cneo Domicio Enobarbo y Agripina, una de las hermanas del emperador Calígula. Ascendió al trono a los 16 años, y tuvo el apoyo de su madre y su tutor Séneca.
Aunque se distinguió por mejorar el comercio, las relaciones diplomáticas entre Roma y sus vecinos y fomentó el arte y las actividades culturales con la creación de teatros, el reinado de Nerón se caracterizó por su tiranía y actitudes desprovistas de toda emoción y empatía, propias de un psicópata.
Nerón pasó a la historia por su sangre fría, ya que prácticamente asesinó a toda su familia y realizó todo tipo de crímenes. No solo envenenó a su hermanastro Británico antes de que este cumpliera 14 años, sino también a su propia madre y a sus esposas. A una de ellas, incluso, la asesinó cuando estaba embarazada.
También fue acusado de realizar prácticas sexuales perversas y asesinar a muchísimos ciudadanos romanos. Para construir su propia casa, la Domus Aurea, exigió el pago de impuestos más altos a la población.
Nerón también se definía a sí mismo como un artista y destacó por tocar la lira. Según los historiadores Suetonio y Dión Casio, cuando ardía Roma en un incendio al parecer provocado por él mismo, estaba tocando la lira y cantando, sin inmutarse, mientras el fuego consumía la ciudad. Después, culpó a los cristianos de haber provocado el incendio y mandó a matar a muchos de ellos.
En el año 65 d. C., se llevó a cabo una conspiración para asesinar a Nerón que no tuvo éxito. Debido a ello, éste se fue a hacer una gira por Grecia. Cuando regresó, la guardia pretoriana realizó un golpe de estado y declaró a Nerón como enemigo del pueblo. Éste intentó huir, pero terminó suicidándose en el año 68 d. C.
Domiciano
Tito Flavio Domiciano (51-96 d.C.), más conocido como Domiciano, fue emperador romano desde el año 81 al año 96 d. C., y el último de la dinastía flavia. Era el hijo del emperador Vespasiano y el hermano menor del emperador Tito. Ambos fueron sus predecesores.
Domiciano creció al cuidado de su tío Tito Flavio Sabino y pasó gran parte de su infancia y adolescencia lejos de sus familiares cercanos, ya que su hermana y su madre murieron y su padre y su hermano lideraban los ejércitos. Recibió una educación privilegiada de los mejores maestros y el historiador Suetonio lo describe como un joven alto, atractivo e inteligente.
Domiciano ascendió al trono cuando murió su hermano Tito, después de sufrir una enfermedad fatal mientras viajaba. Algunos historiadores creen que Domiciano pudo haber asesinado a su hermano.
Al igual que otros emperadores de esta lista, al principio de su gobierno, Domiciano tuvo un período de estabilidad y paz. Se encargó de restaurar el culto a los dioses y de supervisar la administración de los recursos romanos. Pero después de un tiempo, comenzó a mostrarse paranoico, cruel y cada vez más temeroso de las conspiraciones en su contra. Debido a ello, tomó algunas medidas que contribuyeron a su ruina, como restringir al Senado, expulsar a sus miembros, ejecutar a funcionarios opositores y confiscar propiedades, entre otras.
También se definió a sí mismo como un déspota benevolente, como un mal necesario para liderar con éxito a Roma.
Domiciano se casó con Domicia Longina, hija de uno de los militares más renombrados. Con ella tuvo un solo hijo, que falleció cuando era un niño.
Para castigar a sus presuntos enemigos, desarrolló nuevos métodos de tortura y perseguió a los disidentes, los cristianos y los judíos. También ordenó ejecutar a las vírgenes vestales que habían sido acusadas de inmoralidad. Incluso, se creía que tenía un romance con su sobrina.
Domiciano fue asesinado en el año 96 d. C. Su asesinato fue el resultado de una conspiración liderada por Partenio, uno de sus chambelanes, y otros de sus asistentes cercanos. Domiciano había matado a su secretario, Epaprodito, y las personas de su entorno temían ser las próximas víctimas. Para matarlo, enviaron a Esteban, un mayordomo, y a un liberto llamado Máximo. Esteban apuñaló primero a Domiciano en la ingle. Después, Máximo y otras personas lo apuñalaron varias veces hasta matarlo.
Cómodo
Lucio Aurelio Cómodo (161-192) , más conocido como Cómodo, fue otro de los emperadores romanos famosos por excentricidad y crueldad, y el último de la dinastía antonina. Era el 11° hijo del emperador Marco Aurelio y Faustina la Menor, y el único hijo varón que sobrevivió de los 13 hijos que tuvo esta pareja.
Durante su infancia, Cómodo fue educado con los mejores maestros e intelectuales de su tiempo. Se cree que también recibió instrucción militar y tuvo un rol importante en las batallas anteriores a su coronación.
Cómodo recibió el nombre de emperador César Marco Aurelio Cómodo Antonino Augusto, y primero gobernó como corregente junto a su padre, desde el año 177 al año 180 d. C. Este período transcurrió sin grandes eventos ni problemas. Después de la muerte de Marco Aurelio, Cómodo gobernó de forma unitaria desde el año 180 al 192 d. C. Esta segunda fase reveló algunas de las características más oscuras de Cómodo, su paranoia, libertinaje, megalomanía y tiranía.
Su gobierno se caracterizó por ser lo opuesto al de su padre. Cómodo no hizo caso a sus consejeros ni tuvo un estilo de vida austero, sino todo lo contrario. Curiosamente, Marco Aurelio se considera como uno de los mejores emperadores de la historia de Roma.
Al igual que Calígula, Cómodo se definió a sí mismo como un dios, más precisamente, como el hijo del dios Júpiter. Incluso ordenó construir estatuas donde aparecía vestido como el dios romano Hércules, homólogo del dios griego Heracles.
Además, llevó un avida ociosa y lujuriosa, cediendo el control del palacio a su servidumbre y sus guardias. Ante la falta de medidas para mejorar la economía del imperio, la moneda romana se devaluó, alcanzando los niveles más bajos desde el gobierno de Nerón.
A lo largo de su reinado, Cómodo sufrió varios intentos de asesinato. Para sembrar el terror en la población y evitar los complots, mandó a ejecutar a muchas personas.
A Cómodo también se lo llama «el emperador gladiador», porque tenía una gran aficción a los espectáculos de gladiadores. Él mismo luchó varias veces en la arena del coliseo, vestido como uno de ellos. Pero como oponentes siempre elegía bestias mutiladas o débiles y hombres moribundos. Además del abuso de su autoridad y crueldad, su participación en la arena era mal vista, ya que se consideraba una actividad de esclavos y criminales, y por lo tanto, indigna de un emperador.
A fines de 192 d. C., la situación de Roma era cada vez más decadente. Sumado a ello, la obsesión por los gladiadores y el anuncio de Cómodo de celebrar el renacimiento de Roma luchando en el coliseo el 1° de enero de 193, provocaron una nueva conspiración en su contra. Uno de sus prefectos, Leto y una de sus concubinas, Marcia, intentaron envenenarlo sin éxito. Ante el temor de sufrir represalias, enviaron al liberto Narciso para matarlo. Este había sido el entrenador de Cómodo y lo estranguló el día anterior al evento.
Bibliografía
- Tácito, C.; Suetonio, C. El hombre más malvado del Imperio romano: Vida de Nerón. (2019). España. Arpa Editores.
- Potter, D. Los emperadores de Roma. (2017). España. Pasado y Presente S.L.
- National Geographic. El Imperio romano. (2019). España. National Geographic.