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La civilización olmeca fue la primera cultura mesoamericana desarrollada y sentó las bases de varias civilizaciones posteriores. Muchos aspectos de la cultura olmeca permanecen como un misterio, lo cual no es sorprendente considerando que hace mucho tiempo que su sociedad entró en decadencia. No obstante, los arqueólogos han logrado extraordinarios avances en el conocimiento de la religión del pueblo olmeca.
La cultura olmeca se extendió aproximadamente desde el 1200 a.C. hasta el 400 a.C. y floreció a lo largo de la costa del Golfo de México. El pueblo olmeca construyó dos grandes ciudades, las actuales San Lorenzo y La Venta, en los estados ahora conocidos como Veracruz y Tabasco respectivamente. Los olmecas eran agricultores, guerreros y comerciantes, y los pocos indicios que dejaron sugieren una cultura fecunda. Su civilización colapsó, y los arqueólogos aún hoy debaten sobre las causas del colapso, pero varias culturas posteriores, incluyendo a los aztecas y a los mayas, se enriquecieron con las aportaciones de los olmecas.
Las investigaciones arqueológicas
Los arqueólogos han hecho grandes esfuerzos para reunir los pocos rastros que se conservan de la cultura olmeca. Es difícil recabar evidencias sobre las actividades de los antiguos olmecas. Los investigadores utilizan tres fuentes de información sobre la religión de las antiguas culturas mesoamericanas.
- El análisis de los vestigios de la civilización, incluyendo esculturas, edificaciones y textos antiguos cuando están disponibles.
- Informes españoles de los primeros tiempos de la conquista, sobre las prácticas culturales y religiosas.
- Estudios etnográficos de las prácticas religiosas tradicionales actuales de ciertas comunidades.
Los expertos que han estudiado a los aztecas, a los mayas y a otras culturas mesoamericanas antiguas, han llegado a una conclusión: las religiones de estas culturas comparten ciertas características, lo que señala un sistema de creencia mucho más antiguo y fundacional. Peter Joralemon formuló la hipótesis de la continuidad para así poder cubrir los huecos dejados por los registros y estudios incompletos. De acuerdo con Joralemon, «hay un sistema religioso básico común a todos los pueblos mesoamericanos. Este sistema tomó la forma mucho antes de que le fuera dada la expresión monumental del arte olmeca y sobrevivió mucho después de que los españoles conquistaran los mayores centros políticos y religiosos del Nuevo Mundo». En otras palabras, el estudio de otras culturas puede llenar los espacios vacíos del conocimiento de la sociedad olmeca. Un ejemplo de esto es el Popol Vuh (recopilación de mitos y leyendas ancestrales). A pesar de que está normalmente asociado a los mayas, hay, sin embargo, varios ejemplos del arte olmeca que aparentemente muestran imágenes del Popol Vuh. Este es el caso de la casi idéntica estatua de los gemelos en la locación arqueológica Azuzul.
El arqueólogo Richard Diehl ha identificado cinco elementos relacionados con la religión olmeca. Éstos son:
- Un cosmos que identifica el contexto sociocultural dentro del cual los dioses y el hombre interactuaron.
- Seres divinos y dioses que controlaban el universo e interactuaron con el hombre.
- Chamanes o sacerdotes que actuaron como intermediaros entre los olmecas y sus dioses y espíritus.
- Rituales establecidos por chamanes o por los gobernantes que reforzaban las concepciones del cosmos.
- Sitios sagrados, tanto naturales como creados por el hombre.
La religión olmeca
Al igual que muchas religiones mesoamericanas tempranas, los olmecas creían en tres planos de la existencia: el reino físico que habitaban, el inframundo y el reino celestial, el hogar de la mayoría de los dioses. Su mundo estaba unido por los cuatro puntos cardinales y por las fronteras naturales como ríos, el océano y las montañas. El aspecto fundamental de la vida olmeca era la agricultura, así que no es sorprendente que los dioses y los rituales olmecas abocados al culto de la agricultura y de la fertilidad fuese extremadamente importantes. No se sabe exactamente cuál era la relación que los gobernantes y reyes de los olmecas afirmaban tener con los dioses.
Los olmecas tuvieron varias deidades cuyas imágenes aparecen repetidamente en sus esculturas, en piedras talladas y en otras formas artísticas. Sus nombres se han perdido en el tiempo, pero los arqueólogos los han identificado por sus características. Se han identificado no menos de ocho deidades olmecas que aparecen en sus manifestaciones culturales. Estas deidades de acuerdo a Joralemon son el dragón olmeca, el monstruo pájaro, el monstruo pez, el monstruo con los ojos vendados, el dios del maíz, el dios del agua, el hombre jaguar y la serpiente emplumada.
La mayoría de estos dioses aparecerían más tarde de manera prominente en otras culturas, como la maya. No hay información suficiente sobre el rol de estos dioses en la sociedad olmeca ni sobre los ritos religiosos a cada uno de ellos.
Los lugares sagrados los olmecas
Los olmecas consideraban sagrados ciertos lugares naturales y artificiales. Los lugares artificiales incluían templos, plazas y canchas de pelota, mientras que los lugares naturales incluían manantiales, cuevas, cimas de montañas y ríos. No se ha descubierto ningún edificio que se pueda identificar como un templo olmeca; no obstante, hay muchas plataformas elevadas que probablemente sirvieron como base sobre las cuales se construyeron templos de algún material perecedero, como la madera. El complejo A en el sitio arqueológico de La Venta se considera un complejo religioso. Aunque la única cancha de pelota encontrada en un sitio olmeca corresponde a la era post-olmeca de San Lorenzo, hay mucha evidencia de que los olmecas jugaron ese deporte, evidencia que incluye a las imágenes talladas de jugadores y a las pelotas de caucho que se encontraron en el sitio El Manatí.
Los olmecas también veneraban los sitios naturales. El Manatí es un pantano donde los olmecas dejaban sus ofrendas, probablemente los que vivían en San Lorenzo. Las ofrendas incluían maderas talladas, pelotas de caucho, cuchillos, hachas y otros objetos. Si bien las cuevas son raras en la región olmeca, algunas de sus tallas muestran veneración por las cuevas; en las tallas en piedra del dragón olmeca su boca es una cueva. Las cuevas en el estado de Guerrero tienen pinturas en su interior que han sido asociadas con los olmecas. Al igual que muchas culturas antiguas, los olmecas veneraron las montañas; se encontró una escultura olmeca cerca la cima del volcán San Martín Pajapan, y muchos arqueólogos creen que las colinas artificiales en sitios como La Venta estaban destinadas a representar montañas sagradas para los rituales.
Los chamanes olmecas
Existe fuerte evidencia de que los chamanes representaban una clase social en la sociedad olmeca. Las culturas mesoamericanas que derivaron de las olmecas tuvieron sacerdotes dedicados exclusivamente a las actividades religiosas, que actuaron como intermediarios entre la gente y lo divino. Hay esculturas de chamanes transformándose aparentemente de humanos en hombres-jaguares. Se han hallado huesos de sapos con propiedades alucinógenas en locaciones olmecas; presumiblemente los chamanes usaban drogas sicoactivas. Los gobernantes de las ciudades olmecas probablemente también fungieron como chamanes: posiblemente se consideraba que los gobernantes poseían una relación especial con los dioses y varias de sus funciones ceremoniales eran religiosas. Se han encontrado objetos afilados en sitios olmecas, como espinas de mantarraya, que seguramente se utilizaron en rituales que involucraban el vertido de sangre.
Rituales y ceremonias religiosas de los olmecas
Respecto de la estructura de la religión olmeca, que como ya vimos se apoyaba en cinco ideas fundamentales, pero los rituales son el aspecto menos conocidos por los investigadores. La presencia de objetos ceremoniales como espinas de mantarraya usadas en el vertido de sangre, indica que se desarrollaban rituales importantes, pero no se han podido recuperar los detalle de las ceremonias. Se han encontrado huesos humanos en algunas locaciones, en particular huesos de niños, lo que sugiere que se hacían sacrificios humanos, algo que fue importante mas tarde entre los mayas, los aztecas y en otras culturas mesoamericanas. La presencia de pelotas de caucho indica que los olmecas practicaban ese juego. Culturas posteriores le asignarían un contexto religioso y ceremonial al juego de pelota, y es razonable pensar que los olmecas también lo hicieron.
Fuentes
- Coe, Michael D., and Rex Koontz. Mexico: From the Olmecs to the Aztecs. Sexta edición. Nueva York: Thames and Hudson, 2008.
- Cyphers, Ann. Surgimiento y decadencia de San Lorenzo, Veracruz. Arqueología Mexicana Vol XV – Num. 87 (Sept-Oct 2007), páginas 36 a 42.
- Diehl, Richard A. The Olmecs: America’s First Civilization. Londres: Thames and Hudson, 2004.
- Gonzalez Lauck, Rebecca B. El Complejo A, La Venta, Tabasco. Arqueología Mexicana Vol XV – Num. 87 (Sept-Oct 2007), páginas 49 a 54.
- Grove, David C. Cerros Sagradas Olmecas. Traducción de Elisa Ramirez. Arqueología Mexicana Vol XV – Num. 87 (Sept-Oct 2007), páginas 30 a 35.
- Miller, Mary, and Karl Taube. An Illustrated Dictionary of the Gods and Symbols of Ancient Mexico and the Maya. Nueva York: Thames & Hudson, 1993.