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La civilización tolteca, una cultura del período posclásico de Mesoamérica, se desarrolló en el Altiplano central de México, ocupando el vacío de poder que dejó la desintegración de Teotihuacán en el siglo VII. Su principal centro urbano fue Tula, mientras que Tulancingo y Huapalcalco fueron otras dos ciudades toltecas importantes. Los toltecas fueron un pueblo nómada hasta que a fines del siglo VII se asentaron en la actual Tula de Allende, en el estado de Hidalgo. Su período de esplendor se extendió desde el siglo X hasta mediados del siglo XII cuando Tula cayó bajo los chichimecas. El arte tolteca legó monumentales esculturas de piedra que, junto a diversas piezas recuperadas de los sitios arqueológicos, nos cuentan sobre su civilización. A continuación se describen sucintamente diez aspectos de la civilización tolteca.
1. La sociedad tolteca
Una casta militar dirigía la sociedad tolteca, mientras que la clase privilegiada estaba integrada por militares, sacerdotes y funcionarios. El grueso de la sociedad estaba compuesto por trabajadores agrícolas, ya que la agricultura era la principal actividad económica de los toltecas. También había un gran número de artesanos como carpinteros, albañiles, alfareros y tejedores, entre otras profesiones.
Los guerreros toltecas difundieron al culto a Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, un dios ancestral cuyos orígenes se remontan a la civilización olmeca y luego a Teotihuacán. Se trataba de un dios de la vida, la fertilidad, el conocimiento, cuyo nombre es la conjunción de quetzal, un ave de plumaje colorido de la selva centroamericana, y cóatl, serpiente. A Quetzalcóatl se contraponía Tezcatlipoca, dios de lo invisible y de la oscuridad.
Los guerreros toltecas se organizaban en órdenes que representaban dioses y animales como jaguares. Llevaban tocados, placas en el pecho y armaduras acolchadas, junto con un pequeño escudo en un brazo. Estaban armados con espadas cortas, atlatls, así como un instrumento manual que permitía lanzar dardos a gran velocidad, y un arma pesada de hoja curva que era una mezcla entre un garrote y un hacha.
2. El arte tolteca
Uno de los principales yacimientos arqueológicos donde quedan vestigios de la civilización tolteca es Tula. Desafortunadamente, el yacimiento arqueológico de Tula ha sido saqueado repetidamente. Incluso antes de la llegada de los españoles, los aztecas, quienes veneraban a los toltecas, habían despojado las esculturas y reliquias de la zona. Más tarde, en la época de la conquista española, los saqueadores se apropiaron prácticamente de todo el legado cultural tolteca. Sin embargo, se han descubierto varias estatuas, reliquias y estelas mediante excavaciones arqueológicas recientes. Entre las más significativas se encuentran las estatuas de Atlante, las cuales representan a los guerreros toltecas, así como las columnas, que muestran a los gobernantes toltecas vestidos para la guerra.
3. Los sacrificios humanos
Existe evidencia de que los toltecas practicaban sacrificios humanos en honor a sus dioses; las personas sacrificadas podían incluir niños.
En Tula se encontraron varias estatuas de Chac Mool, un personaje que se representaba como un ser humano reclinado que sostenía un cuenco en el vientre, donde se depositaban las ofrendas a los dioses, incluyendo el corazón de los seres humanos sacrificados. En la plaza ceremonial hay un tzompantli, o estante de calaveras, donde se colocaban las cabezas de las víctimas de los sacrificios humanos.
Según la leyenda, Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, rey sacerdote de Tula en el siglo X, transfirió a los hombres las artes y las ciencias de los dioses, y sustituyó los sacrificios humanos por el de aves y mariposas. Pero se enfrentó a los adeptos de Tezcatlipoca, que lo tentaron a embriagarse con pulque, falta por la que fue expulsado del reino junto a sus seguidores. Su muerte se asocia a una migración de toltecas hacia Yucatán, donde se emplazaban las ciudades mayas de Uxmal y Chichen Itzá.
4. Los toltecas y Chichen Itzá
Existen muchas evidencias arqueológicas que muestran la conexión entre las culturas tolteca y maya, aunque sus ciudades hayan estado lejos entre ellas. La ciudad tolteca de Tula está ubicada al norte de la actual Ciudad de México, y la ciudad de Chichén Itzá, correspondiente al maya tardío, se encuentra en Yucatán, al sur de México.
El Castillo y el Templo de los Guerreros de Chichen Itzá muestran la influencia del estilo arquitectónico de los toltecas que se observa en Tula, así como el hallazgo de varias esculturas de Chac Mool, personaje que se considera originario de Tula. En un principio se creyó que los toltecas conquistaron militarmente Chichen Itzá, pero posteriormente se aceptó que hubo una gran influencia comercial, política y religiosa de los toltecas en la ciudad maya.
Cabe la posibilidad de que en Chichen Itzá se haya establecido un grupo de nobles toltecas exiliados, los cuales trajeron consigo su cultura.
5. El comercio de los toltecas
Si bien el desarrollo territorial de los toltecas era menor que el de los mayas, mantenían un comercio fluido con sus vecinos y con pueblos alejados. Los toltecas producían objetos hechos de obsidiana, cerámica y productos textiles que podían comerciar. Sin embargo, eran principalmente un pueblo de guerreros, por lo que es posible que el tributo al comercio de otros pueblos fuese una fuente de ingresos importante para los toltecas.
En Tula se han encontrado conchas de especies de invertebrados marinos que crecen tanto en el océano Atlántico como en el Pacífico, al igual que cerámica de lugares tan distantes como la actual Nicaragua. También se han identificado elementos de cerámica de culturas contemporáneas de la costa del Golfo de México.
6. El culto a Quetzalcóatl
Como ya se mencionara, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, es uno de los dioses de mayor prevalencia en la cultura de Mesoamérica, cuyas raíces se remontan a la primera gran civilización mesoamericana: los olmecas.
Quetzalcóatl también fue una deidad fundamental en la cultura de Teotihuacán, ciudad que contaba con un templo magnífico dedicado a la serpiente emplumada. Pero para los toltecas fue un dios principal, y fueron ellos quienes extendieron su culto a las culturas mesoamericanas posclásicas.
Más tarde los aztecas, que consideraban a los toltecas los antecesores de su propia dinastía, también consideraron a Quetzalcóatl como uno de sus dioses más importantes.
7. El declive de la civilización tolteca
A mediados del siglo XII, Tula fue saqueada y quemada completamente, y sus habitantes se dispersaron en la región. El Palacio Quemado, que fuera un importante centro ceremonial, recibió ese nombre por los restos de madera y mampostería quemados que se encontraron en su emplazamiento. No queda claro cuál fue la civilización que invadió y destruyó Tula, ni la razón del conflicto, pero el carácter bélico de los toltecas posiblemente haya generado reacciones en los pueblos que sometieran; se cree que los causantes más probables de la destrucción de Tula fueron las tribus chichimecas vecinas. Otra teoría habla de luchas fratricidas.
8. Los toltecas y los aztecas
Mucho después de la desintegración de la civilización tolteca, los aztecas lograron dominar el Altiplano central de México desde su asentamiento en la región del lago Texcoco, en la actual Ciudad de México. La cultura azteca o mexica veneraba a la desaparecida cultura tolteca. Los gobernantes aztecas afirmaban ser descendientes de las líneas reales toltecas y adoptaron muchos aspectos de la cultura tolteca, incluyendo la adoración a Quetzalcóatl
y el sacrificio de seres humano. Los aztecas extrajeron muchas obras de arte de las ruinas de Tula, lo que probablemente explica el hallazgo de una estructura azteca en las ruinas del Palacio Quemado.
9. La investigación arqueológica
Aunque la ciudad de Tula sufrió muchos saqueos, primero por parte de los aztecas y luego por los españoles, en ella todavía se pueden encontrar vestigios de la cultura tolteca. En 1993 se encontró un cofre enterrado en el Palacio Quemado que contenía la Coraza de Tula, un hermoso atavío ceremonial compuesto por 1413 pendientes de concha y caracoles. En las excavaciones arqueológicas realizadas en el año 2005 se encontraron nuevos frisos pertenecientes a la sala 3 del Palacio Quemado.
10. La cultura tolteca no tiene relación alguna con el movimiento tolteca moderno
Un movimiento moderno liderado por el escritor Miguel Ruiz se denomina Espíritu Tolteca. En su libro Los cuatro acuerdos, Miguel Ruiz describe una forma para encontrar la felicidad en la vida. A pesar de que toma el nombre de la civilización tolteca, la propuesta filosófica de Miguel Ruiz no tiene relación alguna con sus paradigmas ni con su cultura.
Fuentes
- Enrique Florescano. Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica. Taurus, México, 2012.
- Los toltecas. Arqueología Mexicana, No 85, 2007.
- Miguel Guevara Chumacero. El Edificio 3 de Tula. ¿Palacio o sala de consejos? Academia.edu, 2003.