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Stephen F. Austin (3 de noviembre de 1793 – 27 de diciembre de 1836) fue un abogado, colono y administrador que jugó un papel clave en la separación de Texas de México. Llevó a cientos de familias estadounidenses a Texas por encargo del gobierno mexicano, que deseaba poblar el aislado estado del norte. Al principio Austin trabajo diligentemente para el gobierno de México, pero luego se convirtió en un feroz luchador por la independencia de Texas, y hoy es recordado en Texas como uno de los más importantes padres fundadores del estado.
Los aspectos clave de la biografía de Stephen F. Austin
- Conocido por su papel clave en la colonización anglosajona de Texas y en su separación de México.
- Nacimiento: 3 de noviembre de 1793 en Virginia, Estados Unidos.
- Sus padres fueron Moses Austin y Mary Brown Austin.
- Fallecimiento: 27 de diciembre de 1836 en Austin, Texas, Estados Unidos.
- Educación: Bacon Academy en Colchester, y Transylvania University en Lexington, Kentucky, Estados Unidos.
- Cónyuge: No contrajo matrimonio.
- Hijos: No tuvo hijos.
Su niñez
Stephen Fuller Austin nació en Virginia el 3 de noviembre de 1793, hijo de Moses Austin y Mary Brown. Moses era un hombre de negocios y dueño principal de una mina. Comenzó su vida laboral en Filadelfia, donde conoció y se casó con Mary Brown en 1784. Moses dirigía un negocio mercantil en Richmond, Virginia, con su hermano Stephen. La primera hija de Moses y Mary, Anna Maria, nació y murió en Richmond en 1787. En 1788 Moses y Stephen, junto a sus familias, se mudaron al condado de Wythe, en Virginia, para adquirir y operar una mina de plomo. En un asentamiento que se conocería mas tarde como Austinville, Moisés y Mary tuvieron tres hijos: Eliza (1790–1790), Stephen (1793–1836) y Emily (1795–1851).
En 1796 Moses Austin viajó a la colonia española de St. Louis sobre el río Mississippi, situada ahora en el este de Missouri, donde obtuvo el permiso del comandante para buscar una nueva mina de plomo cerca de Ste. Genevieve. Trasladó a su familia a Ste. Genevieve en 1798, donde nació el último hermano de Austin, James Elijah Brown (1803-1829).
Su educación
En 1804, Stephen, de 11 años, fue enviado solo a Connecticut, donde sus familiares lo registraron en una escuela prestigiosa, la Bacon Academy en Colchester. Allí estudió gramática y escritura inglesas, lógica, retórica, geometría, geografía y un poco latín y griego. Se graduó en 1807 y lo enviaron a la Universidad de Transilvania en Lexington, Kentucky, donde estudió matemáticas, geografía y astronomía, logrando la graduación en 1810 tras culminar sus estudios.
Stephen regresó a Ste. Genevieve en 1810, donde su padre le asignó un papel destacado en su negocio mercantil. Durante los años siguientes Stephen Austin desarrolló diferentes actividades: realizó un viaje a Nueva Orleans con un cargamento de plomo durante la Guerra de 1812, fue miliciano y participó en el acoso a los pueblos indígenas en lo que hoy es el centro de Illinois, y se hizo cargo de la mina de plomo en un momento en elque su padre estaba demasiado enfermo para poder sostener esa responsabilidad. En Nueva Orleans enfermó de malaria, dolencia de la que nunca se recuperó por completo. En 1815 Stephen Austin se postuló para un escaño en lo que era la legislatura territorial de Missouri, asumiendo su cargo en la cámara baja en diciembre.
Moses Austin perdió toda su fortuna en la mina de plomo y viajó hacia el oeste a Texas. Allí el anciano Austin se enamoró de sus hermosos y accidentados paisajes, y obtuvo el permiso de las autoridades españolas (México aún no era independiente) para llevar a un grupo de colonos para establecerse. Moses enfermó y murió en 1821, y al parecer su último deseo fue que Stephen completara su proyecto de fundar una colonia norteamericana en Texas.
El asentamiento en Texas
El proyecto de asentamiento de Stephen Austin en Texas encontró muchos inconvenientes entre 1821 y 1830. Uno de ellos fue que México logró la independencia en 1821, por lo que tuvo que renegociar la subvención concedida a su padre pòr el reino de España. La posición del emperador Iturbide en México no era consistente, lo que generaba más confusión. Los ataques de tribus indígenas como los comanches planteaban un problema constante, y Austin estuvo a punto de renunciar a cumplir con sus obligaciones. Aún así perseveró, y en 1830 estaba a cargo de una colonia próspera, en la que casi todos los colones habían aceptado la ciudadanía mexicana y se habían convertido al catolicismo.
Aunque Austin seguía siendo incondicionalmente pro-mexicano, Texas se estaba inclinando cada vez más por una identidad estadounidense. Hacia 1830 la mayoría de los colonos en Texas eran angloamericanos, y superaban a los mexicanos en una proporción de casi 10 a 1. La tierra era rica y atraía no sólo a colonos legítimos, como los de la colonia de Austin, sino también a ocupantes ilegales y otros colonos no autorizados que simplemente se trasladaban a Texas, elegían un terreno y establecían una granja. La colonia de Austin era el asentamiento más importante y las familias allí habían comenzado a cultivar algodón, criaban mulas y generaban diversos productos que se exportaban, muchos de los cuales pasaban por Nueva Orleans. El gran desarrollo económico, centrado en el comercio con los Estados Unidos, y otros aspectos persuadieron a muchos habitantes de que Texas debía independizarse de México y convertirse en un estado más de los Estados Unidos, o incluso ser independiente.
El viaje a Ciudad de México
En 1833 Austin viaja a Ciudad de México para negociar algunos asuntos con el gobierno federal de México. Era portavoz de nuevas demandas de los colonos de Texas, incluida la separación de Coahuila (Texas y Coahuila eran un solo estado en ese momento) y la reducción de los impuestos que cobraba el gobierno federal. Al mismo tiempo envió cartas tratando de aplacar a los tejanos que impulsaban la separación de Texas de México. Algunas de las cartas que Austin envió incluían consideraciones en el sentido de que los texanos siguieran adelante con la declaración de Texas como un estado dentro de México antes de la aprobación del gobierno federal. Funcionarios del gobierno federal de México tuvieron conocimiento de estas cartas y, mientras regresaba a Texas, Austin fue arrestado, trasladado de vuelta a Ciudad de México y encarcelado.
Austin estuvo preso en Ciudad de México durante un año y medio; nunca fue juzgado ni acusado formalmente. Quizás sea irónico que los mexicanos encarcelaran a un tejano que, al menos al principio, estaba inclinado a mantener Texas como parte de México. En esas circunstancias probablemente el encarcelamiento de Austin definiera el destino de Texas. Cuando por fin fue liberado en agosto de 1835 y tras regresar a Texas, Austin había cambiado radicalmente su posición. Su encarcelamiento había destruido su lealtad hacia México y había tomado conciencia de que el gobierno federal de México nunca otorgaría los derechos que su pueblo demandaba. Por otra parte, cuando regresó a Texas a fines de 1835, estaba claro que el territorio iba directo al conflicto con México y que era demasiado tarde para una solución pacífica. Cuando llegó la hora de tomar decisiones, Austin elegió la separación de Texas en lugar de la pertenencia a México.
La revolución de Texas
Poco después del regreso de Austin, los rebeldes de Texas dispararon contra los soldados mexicanos en la ciudad de Gonzales. La denominada Batalla de Gonzales marcó el comienzo de la fase militar de la Revolución de Texas. Poco después Austin fue nombrado comandante de todas las fuerzas militares de Texas. Junto a Jim Bowie y James Fannin marchó hacia San Antonio, donde Bowie y Fannin ganaron la Batalla de Concepción. Austin regresó entonces a la ciudad de San Felipe, donde se iban a reunir delegados de todo el territorio de Texas para decidir su destino.
En la convención Austin fue reemplazado como comandante militar por Sam Houston. Como consecuencia de la malaria que contrajo en 1812, la salud de Austin era frágil y estuvo de acuerdo con su reemplazo en la conducción militar; su breve experiencia como comandante había demostrado claramente que no era un militar. En cambio se le asignó una tarea mucho más adecuada a sus habilidades: fue designado como enviado de Texas a los Estados Unidos para solicitar el reconocimiento oficial si Texas declaraba su independencia. Y en ese viaje también compraría y enviaría armas, buscaría voluntarios armados para trasladarse a Texas y participar de la revolución, y se ocuparía de otras tareas importantes.
El regreso a Texas
Austin se dirigió a Washington, pero por el camino se detuvo en ciudades clave como Nueva Orleans y Memphis, donde pronunció discursos, buscó voluntarios para ser parte de la revolución, obtuvo préstamos, generalmente para ser reembolsados con tierras de Texas después de la independencia, y se reunió con funcionarios. Sus actividades tuvieron una gran repercusión y atrajo a una gran multitud de personas de lo más variopintas. Texas consiguió su independencia el 21 de abril de 1836 en la Batalla de San Jacinto; Austin regresó a Texas poco después.
Su fallecimiento
Austin perdió ante Sam Houston las elecciones que se celebraron para elegir al primer presidente de la República de Texas; tras su victoria, Houston lo nombró secretario de Estado. Pero Austin pronto enfermó de neumonía y falleció el 27 de diciembre de 1836.
El legado de Stephen Fuller Austin
Austin era un hombre honrado, trabajador y fiel a su palabra que vivió en tiempos de cambios políticos y sociales radicales y caóticos. Fue un hábil administrador de las colonias, un diplomático astuto y un abogado diligente. En la única disciplina en la que no destacó fue en el ámbito militar. Después de dirigir al ejército de Texas hacia San Antonio, transfirió voluntariamente el mando a Sam Houston, que era mucho más adecuado para desempeñar el papel de comandante militar en plena contienda con México. Austin tenía sólo 43 años cuando murió.
No es del todo correcto asociar el nombre de Austin a la Revolución de Texas. Hasta 1835 Austin fue el principal defensor de un acuerdo con México, y en ese momento era la voz más influyente en Texas. Austin permaneció leal a México incluso mucho después de que la mayoría de la población angloamericana en Texas se rebelara. Sólo tras pasar un año y medio en la cárcel sin motivos reales ni alegados por el gobierno mexicano, y habiendo observado directamente la situación anárquica en la que discurría Ciudad de México en ese momento, decidió que Texas debía emprender su propio camino. Una vez tomada la decisión, se lanzó de lleno a la revolución.
El pueblo de Texas considera a Austin como uno de sus mayores héroes. La actual capital del estado de Texas lleva su nombre, al igual que innumerables calles, parques y escuelas, como el Austin College y la Stephen F. Austin State University.
Fuentes
- Brands, H.W. Lone Star Nation: The Epic Story of the Battle for Texas Independence. New York, Anchor Books, 2004.
- Cantrell, Gregg. Stephen F. Austin: Empresario of Texas. New Haven, Connecticut, Yale University Press, 1999.
- Henderson, Timothy J. A Glorious Defeat: Mexico and its War with the United States, New York, Hill and Wang, 2007.