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Artemisia I vivió entre los años 520 y 460 antes de Cristo. Gobernaba la ciudad de Halicarnaso en el momento en que se desarrollaron las guerras persas o guerras médicas, entre los años 490 y 449 a. C. Halicarnaso luchó del lado de Persia contra los griegos, dado que era parte de la colonia persa de Caria. El historiador griego Herodoto, que vivió entre los años 484 y 425 antes de Cristo y también era cario, nació en Halicarnaso durante el gobierno de Artemisia I. La historia de Artemisia I fue contada por Herodoto en su libro Historias, escrito a mediados de los años 450 antes de Cristo.
Artemisia I: datos clave
- Conocida por haber gobernado Halicarnaso, y por haber sido comandante naval en las guerras persas.
- Nació en el año 520 antes de Cristo, en Halicarnaso, Asia Menor, junto al mar Egeo.
- Padres: su padre fue Lygadimis y su madre era de Creta pero no se conoce su nombre.
- Murió en el año 460 antes de Cristo.
- Cónyuge: se casó pero no se conoce el nombre de su esposo.
- Hijos: Pisindelis I.
- Cita destacable: «Si te apresuras en el combate, la derrota de su fuerza marítima no causará el mismo daño que la de su ejército terrestre«.
Resumen de su vida
Artemisia nació alrededor del año 520 antes de Cristo en Halicarnaso, cerca de lo que hoy es Bodrum, en Turquía. Halicarnaso fue la capital de la satrapía (provincia) de Caria, en Asia Menor, durante el imperio persa aqueménida, en el reinado de Darío I, que gobernó entre los años 522 y 486 antes de Cristo. Artemisia, hija de Lygadimis, pertenecía a la dinastía Lygdamidia que gobernaba la ciudad en esa época. Lygadimis era cario y su esposa provenía de la isla griega de Creta, aunque en los registros históricos de Herodoto no se menciona su nombre.
Artemisia heredó el trono de su esposo, cuyo nombre se desconoce, durante el gobierno del emperador persa Jerjes I, también conocido como Jerjes el Grande, que gobernó entre los años 486 y 465 antes de Cristo. Su reino incluía la ciudad de Halicarnaso y las islas cercanas de Cos, Calymnos y Nisyros. Artemisia tuve al menos un hijo, Pisindelis, que gobernó Halicarnaso después de ella entre los años 460 y el 450 antes de Cristo.
Las guerras persas
Cuando Jerjes le declaró la guerra a Grecia, en los años 480 y 479 antes de Cristo, Artemisia era la única mujer entre sus comandantes. Contribuyó con cinco barcos de los 70 que participaron de la guerra, y esos cinco barcos tenían la reputación de ser valientes y feroces en el combate. Herodoto menciona que Jerjes destinó a Artemisia para liderar un escuadrón con el objetivo de avergonzar a los griegos y, de hecho, cuando los griegos se enteraron ofrecieron una recompensa de 10.000 dracmas, aproximadamente tres años de salario de un trabajador de esa época, por la captura de Artemisia. Nadie logró cobrar la recompensa.
Después de ganar la batalla de Las Termópilas en agosto del año 480 antes de Cristo, Jerjes envió a Mardonio a hablar con cada uno de sus comandantes navales por separado sobre la siguiente batalla, la batalla de Salamina. Artemisia fue la única que desaconsejó una batalla naval, sugiriendo que Jerjes, en cambio, esperara en alta mar lo que consideraba la inevitable retirada, o que atacara el Peloponeso por la costa. Ella fue franca sobre sus posibilidades contra la armada griega, y dijo que el resto de los comandantes navales persas (egipcios, chipriotas, cilicios y panfilianos) no estaban a la altura del desafío. Si bien Jerjes estaba satisfecho de que Artemisia brindara un punto de vista diferente, ignoró su consejo y decidió seguir la opinión de la mayoría de los comandantes.
La batalla de Salamina
Durante la batalla de Salamina, Artemisia descubrió que su nave insignia estaba siendo perseguida por una nave ateniense y no tenía ninguna posibilidad de escapar. Artemisia embistió un barco aliado que estaba tripulado por calindeos, entre ellos su rey Damasítimo; el barco se hundió con todos sus hombres. El comandante ateniense, confundido por la acción del barco de Artemisia, asumió que era un barco griego o un desertor, y abandonó su persecución. Si el comandante griego hubiese sabido a quién perseguía realmente, recordando la recompensa por su captura, no habría cambiado de rumbo. Nadie de la nave de los calindeos sobrevivió. Jerjes quedó impresionado por el descaro y atrevimiento de Artemisia, y dijo: «Mis hombres se han convertido en mujeres y mis mujeres, en hombres«.
Después del fracaso en la batalla de Salamina, Jerjes renunció a la invasión de Grecia, y a Artemisia se le atribuye haberlo persuadido de tomar esa decisión. Como recompensa, Jerjes la envió a Éfeso para cuidar de sus hijos ilegítimos.
Otras fuentes
Esto es lo que Herodoto contó sobre la historia de Artemisia I. Otras fuentes que se refieren a la guerrera incluyen al médico griego Tesalus del siglo V después de Cristo, quien se refirió a ella como una pirata cobarde, y al dramaturgo griego Aristófanes, quien la consideró un símbolo de mujer guerrera, fuerte y arrogante, en sus comedias Lisístrata y Las Tesmoforiantes, comparándola con las Amazonas.
Otros escritores se refirieron positivamente a Artemisa, como Polieno, el autor macedonio de Estratagemas en la guerra, que vivió en el siglo II después de Cristo, y Justino, historiador romano contemporáneo de Polieno. Focio, patriarca de Constantinopla, contó una leyenda que representaba a Artemisia enamorada perdidamente de un hombre de Abidos más joven que ella, y saltando de un acantilado como consecuencia de la pasión no correspondida. Si su muerte fue tan romántica como la describió Focio, probablemente ya estaba muerta cuando su hijo Pisindelis se hizo cargo del gobierno de Halicarnaso.
Existe evidencia arqueológica de la relación de Artemisia con Jerjes, descubierta en las ruinas del mausoleo de Halicarnaso por el arqueólogo británico Charles Thomas Newton en 1857. El mausoleo fue construido por Artemisia II entre los años 353 y 350 antes de Cristo para honrar a su esposo Mausolo. Allí se encontró una vasija de alabastro con una incripción que representaba la firma de Jerjes I, en persa antiguo, egipcio, babilónico y elamita. El hallazgo de esta vasija en este lugar sugiere que fue entregado por Jerjes a Artemisia I y conservada por sus descendientes, que luego la depositaron en el Mausoleo.
Fuentes
- A Jar with the Name of King Xerxes. Livious, consultado el 26 de octubre de 2018. www.livius.org/sources/content/achaemenid-royal-inscriptions/a-jar-with-the-name-of-king-xerxes/
- Falkner, Caroline L. Artemesia in Herodotus. Diotima, 2001.
- Halsall, Paul Herodotus: Artemisa at Salamis, 480 BCE Ancient History Sourcebook, Fordham University, 1998.
- Munson, Rosaria Vignolo. Artemisa in Herodotus Classical Antiquity 7.1, 1988, páginas 91 a 106.
- Rawlinson, George (traducción). Herodotus, The History. New York, Dutton & Co., 1862.
- Strauss, Barry. The Battle of Salamis: The Naval Encounter That Saved Greece—and Western Civilization. New York: Simon & Schuster, 2004.