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“Un señor muy viejo con alas enormes” es un cuento de 1968 del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Esta historia, como muchas otras del autor, forma parte de un género literario llamado realismo mágico, una ficción cuya narrativa combina elementos mágicos o fantásticos con la realidad. Muchos escritores del realismo mágico son de origen latinoamericano, entre ellos el propio García Márquez y Alejo Carpentier.
Información general de la obra
- Género: narrativa tipo cuento.
- Movimiento: realismo mágico.
- Año: 1968.
- Autor: Gabriel García Márquez.
- Personajes principales: Pelayo, Elisonda, hombre alado, padre Gonzaga.
Resumen del cuento
El relato comienza narrando como un hombre, llamado, Pelayo, encuentra en el lodazal del patio a un hombre viejo, quien no podía levantarse debido a sus enormes alas. Tras llamar a su esposa Elisenda, los dos constataron el lamentable estado del humano alado: demacrado, con pocos dientes en la boca, con las alas desplumadas y encalladas en el barro. A pesar del estupor, y después de darse cuenta de que el hombre hablaba con un extraño dialecto, Pelayo y Elisenda concluyeron que simplemente se trataba de un náufrago.
Sin embargo, tras hablar con la vecina, esta afirmó que se trataba de un ángel caído y les recomendó matarlo a palos, pero Pelayo y su esposa se conmovieron. Al principio, lo encerraron en el gallinero y luego decidieron abandonarlo con provisiones en una balsa, pero cuando fueron a liberarlo, los habitantes del pueblo, ya enterados del hallazgo, estaban lanzándole comida a través de la alambrada.
El párroco del pueblo, padre Gonzaga, advirtió que aquel hombre no tenía la dignidad de ángel, por lo que persuadió a sus feligreses de abstenerse de rendirle tributo. Sin embargo, las personas se aglomeraron en la casa de Pelayo y Elisenda, quien tuvo la idea de cobrar la entrada para ver al hombre alado, lo que les trajo una gran cantidad de clientes y mucho dinero para sus gastos. Los visitantes buscaban, principalmente, curarse de diversas dolencias. Mientras tanto, el hombre alado se mantenía pasivo, comiendo poco y sin participar de su propia fama.
A pesar de toda la atención, esta fue perdiéndose cuando llegó al pueblo una feria que traía, entre sus atracciones, a una desafortunada mujer que se había convertido en tarántula por desobedecer a sus padres. La entrada costaba menos que la de ver al ángel, y era posible hacerle preguntas y examinar con cuidado al fenómeno con cuerpo de araña y cabeza de mujer. Mientras tanto, Pelayo y su esposa prosperaron con el dinero recaudado, y el ángel, después de que el gallinero fuera destruido por el paso del tiempo, se arrastraba por toda la casa sin supervisión. Pasado un tiempo, aquel hombre decrépito pudo levantar el vuelo y se marchó, para su propio alivio y el de la familia de Pelayo y Elisenda.
Simbología del ángel y otros elementos de análisis
Para algunoscríticos y estudiosos, el relato de García Márquez es una forma humorística y dramática de presentar las vivencias y visiones primitivas de una población. Los personajes, que se encuentran con una realidad mágica, la asumen a partir de sus creencias y mitos, que los llevan a expresarse con naturalidad creando situaciones llenas de encanto y hechizo, absolutamente inverosímiles.
La intervención del párroco del pueblo, sus reservas para con el ángel y su afán por encontrar respuestas en las autoridades eclesiásticas de mayor rango, apelan a la autoridad religiosa que representa la Iglesia católica. Sin embargo, la falta de seguimiento de las recomendaciones del padre evidencia el pensamiento de los habitantes del lugar, personas alucinadas por la visión mítica del mundo.
Por su parte, el ángel, al verse tan humano como cualquier otro (excepto por las alas), opone lo divino a lo humano y, a su vez, lo divino a lo monstruoso: un ser decrépito, enfermo, viejo, lleno de parásitos, incapaz de moverse y condenado a arrastrarse. La respuesta inicial de los espectadores del fenómeno es la de veneración, por ser este un ente sobrenatural, pero la consecuencia natural por las expectativas no cumplidas es el encierro, el abandono y el rechazo, por verlo finalmente como un ser monstruoso. Las únicas características positivas que el narrador le otorga al ángel durante el relato son el narrador su infinita paciencia y la capacidad de desdoblamiento, atributos insuficientes para identificar a un ángel.
Por tanto, este ángel infructuoso, que no produce milagros, pero tampoco es portador de buenas noticias o mensajes divinos, es en sí un personaje problemático para la figura de lo divino y lo lleva a acercarse más a los rasgos del monstruo. No obstante, la degradación a la que es sometida el hombre alado como respuesta frente a la amenaza que representa, terminó convirtiendo a los protagonistas en bárbaros, quienes con sus acciones se mostraron peores que el monstruo mismo.
El ángel y la mujer araña forman parte de los temas, motivos y personajes que circulan en las obras de García Márquez. Esto es notable, por ejemplo, en Cien años de soledad, novela en el que la criatura propuesta como monstruo se presenta como objeto de exhibición pública. Esta tendencia también se evidencia, por ejemplo, en la atmósfera lúgubre en la que ocurre el relato, un rasgo observable en varios escritos del autor. Esto, además del uso de referencias bíblicas como las alteraciones del clima y las plagas (que en el caso del cuento es de cangrejos).
Fuentes
Boekhoudt de Marenco, S. Carnavalización y presencia bíblica en el cuento “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, de Gabriel García Márquez. Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, 6:1-6, 2007
García Márquez, G. Un señor muy viejo con unas alas enormes. En La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela
desalmada. Bogotá: Norma, 1997.
Sanabria, C. El monstruo indolente: el ángel de «un señor muy viejo con unas alas enormes» de Gabriel García Márquez. Lingüística y Literatura, 70; 157-171, 2016.