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Andrei Románovich Chikatilo fue apodado El carnicero de Rostov. Fue uno de los asesinos seriales más crueles de la ex Unión Soviética. Hay evidencias de que agredió sexualmente, mutiló y asesinó al menos a cincuenta mujeres y niños entre 1978 y 1990. Fue declarado culpable de 52 asesinatos en 1992, por lo que fue sentenciado a la pena de muerte.
Andrei Chikatilo
Andrei Chikatilo nació en Ucrania en 1936. Su familia era muy pobre y cuando era niño a menudo ni siquiera tenían suficiente comida. En su adolescencia Andrei Chikatilo era introvertido y un lector ávido; participaba de actos y reuniones del Partido Comunista. Se integró al ejército soviético a los 21 años, en el que permaneció durante dos años de acuerdo a la ley vigente.
Andrei Chikatilo declaró que era impotente, lo cual fue confirmado tanto por su esposa como por al menos una ex novia. Fue a principios de la década de 1970, cuando trabajaba como maestro, que cometió la primer agresión sexual que se conoce. Andrei Chikatilo acarició los senos de una estudiante adolescente y luego eyaculó sobre ella; unos meses más tarde reincidió con otra estudiante. Eso ocurrió en 1973. Los padres presentaron quejas por estos hechos y también había rumores de que se masturbaba delante de los alumnos, pero Andrei Chikatilo no fue acusado de estos delitos. A los pocos meses, el director de la escuela lo conminó a que renunciara ya que de lo contrario sería despedido. Andrei Chikatilo optó por renunciar a su cargo en esa escuela. Trabajó en varias escuelas en los años siguientes hasta que en marzo de 1981 fue acusado de abusar sexualmente de estudiantes de ambos sexos y terminó su carrera como maestro. No fue acusado formalmente por estos delitos y comenzó a trabajar en una fábrica distribuyendo suministros; en ese momento ya había cometido al menos un asesinato.
El primer asesinato registrado
Andrei Chikatilo secuestró e intentó violar a Yelena Zakotnova en diciembre de 1978, una niña de nueve años, aunque seguía sufriendo de impotencia. Estranguló y apuñaló a la niña, y luego arrojó su cuerpo al río Grushevka, en la región de Rostov, en Rusia. Más tarde Chikatilo declaró que había eyaculado mientras apuñalaba a Yelena. Los investigadores de la policía encontraron varias pruebas que lo incriminaban en el asesinato de Yelena, incluyendo sangre en la nieve cerca de su casa y un testigo que vio a un hombre que coincidía con su descripción hablando con la niña en la parada de autobús. Sin embargo un trabajador que vivía cerca fue arrestado y presionado para obtener su confesión; fue condenado y ejecutado por el asesinato de la niña mientras Andrei Chikatilo permanecía en libertad.
Continúa asesinando
Larisa Tkachenko, de veintiún años, desapareció en la ciudad de Rostov en 1981. Fue vista por última vez saliendo de la biblioteca y su cuerpo fue encontrado en un bosque cercano al día siguiente. Había sido brutalmente atacada, golpeada y estrangulada hasta la muerte. En su confesión posterior, Andrei Chikatilo dijo que había intentado tener relaciones sexuales con ella pero que no había podido lograr una erección. Después de matarla mutiló su cuerpo. En ese momento, sin embargo, no se constató ningún vínculo entre Andrei Chikatilo y la muerte de Larisa Tkachenko.
Nueve meses después Lyubov Biryuk, una niña de trece años, caminaba de vuelta a su casa cuando Andrei Chikatilo saltó desde unos arbustos, la agarró, le arrancó la ropa y la apuñaló casi dos docenas de veces. Su cuerpo fue encontrado dos semanas más tarde. Durante los meses siguientes se acentuaron los impulsos homicidas de Andrei Chikatilo y mató al menos a otros cinco niños y jóvenes, con edades de entre nueve y dieciocho años, hasta fines de 1982.
Su modus operandi consistía en acercarse a niños fugitivos y sin hogar, llevarlos a un lugar aislado y luego matarlos, ya sea apuñalándolos o estrangulándolos. Mutilaba sus cuerpos después de matarlos; más tarde declaró que la única manera en que podía alcanzar un orgasmo era matando. Además de niños y adolescentes de ambos sexos, Andrei Chikatilo también atacaba mujeres adultas que trabajaban como prostitutas.
La investigación policial
Una unidad de la policía de Moscú comenzó a investigar los crímenes en Rostov. Después de estudiar la mutilación de los cuerpos concluyeron que al menos cuatro de los homicidios habían sido perpetrados por el mismo asesino. A medida que avanzaban interrogando posibles sospechosos, muchos de los cuales habían sido coaccionados para que confesaran diversos delitos, se iban encontrando los cuerpos de nuevas víctimas.
Andrei Chikatilo llamó la atención de la policía rusa en 1984 cuando fue visto tratando de abordar repetidamente a mujeres jóvenes en las estaciones de autobús, a menudo frotándose contra ellas. Al investigar sus antecedentes descubrieron los ataques sexuales anteriores y los rumores que había sobre sus actos aberranes cuando trabajaba como docente años antes. Sin embargo, el análisis del tipo de sangre no lo vinculó con las pruebas encontradas en los cuerpos de varias víctimas.
Luego de que se produjeran más asesinatos, a finales de 1985 un investigador llamado Issa Kostoyev fue asignado a las pesquisas. Hasta ese momento más de dos docenas de homicidios se habían asociado al mismo asesino. Se volvieron a analizar todos los casos y se volvió a interrogar a sospechosos y testigos. Pero lo más importante en esta nueva etapa de la investigación fue que el Dr. Alexandr Bukhanovsky, un destacado psiquiatra, se abocó al estudio de todos los expedientes. Alexandr Bukhanovsky pudo delinear un perfil psicológico del asesino en un informe de sesenta y cinco páginas, el primer trabajo de su tipo en Rusia. Uno de los rasgos clave en el perfil elaborado por Alexandr Bukhanovsky era que el asesino muy probablemente sufría de impotencia y sólo podía lograr la excitación sexual matando; el cuchillo, según Alexandr Bukhanovsky, era un pene sustituto.
Andrei Chikatilo continuó asesinando durante los años siguientes. Debido a que muchos de los restos de las víctimas habían sido descubiertos cerca de las estaciones de tren, a partir de octubre de 1990 Issa Kostoyev desplegó policías tanto encubiertos como uniformados a lo largo de kilómetros y kilómetros de las líneas ferroviarias. En noviembre de ese año, Andrei Chikatilo asesinó a Svetlana Korostik; un policía vestido de civil observó cuando Andrei Chikatilo se acercó a la estación de tren y cuando se lavó las manos en un pozo cercano. Observó además que su ropa estaba sucia y tenía pasto, y que tenía una pequeña herida reciente en la cara. Aunque el policía interpeló a Andrei Chikatilo lo dejó ir ya que no tenía razón alguna para detenerlo. El cuerpo de Svetlana Korostik fue encontrado cerca de ese lugar una semana después.
El final del asesino
Luego del asesinato de Svetlana Korostik la policía comenzó vigilar a Andrei Chikatilo y vio que continuaba abordando niños y mujeres solteras en las estaciones de tren. Andrei Chikatilo fue arrestado el 20 de noviembre y fue interrogado por Issa Kostoyev. Andrei Chikatilo negó repetidamente su participación en los asesinatos; escribió varios textos mientras estaba preso, textos que eran consistentes con el perfil de personalidad descrito por Alexandr Bukhanovsky cinco años antes.
La policía confrontó al propio Alexandr Bukhanovsky con Andrei Chikatilo, ya que Issa Kostoyev no estaba avanzando en la investigación con los interrogatorios. Alexandr Bukhanovsky leyó algunas partes del perfil sicológico de Andrei Chikatilo y en dos horas obtuvo su confesión. En los días siguientes Andrei Chikatilo confesaría treinta y cuatro asesinatos, incluyendo detalles espeluznantes. Más tarde Andrei Chikatilo admitió otros veintidós crímenes que los investigadores no habían registrados que estaban conectados con el mismo asesino.
Andrei Chikatilo fue acusado formalmente de 53 asesinatos en 1992; fue declarado culpable de 52 asesinatos. Andrei Chikatilo, el carnicero de Rostov, fue ejecutado por sus crímenes en febrero de 1994, de un solo disparo en la cabeza.
Fuente
Crime Library. Andrei Chikatilo, the Rostov Ripper serial killer 2005.