Tabla de Contenidos
Un patrón se puede definir como la repetición de sucesos o elementos de acuerdo con un cierto criterio. Es un principio del arte y del universo mismo. Un patrón en el arte es un elemento o un conjunto de elementos que se repite en una obra o en un conjunto asociado de obras. Los artistas utilizan los patrones como decoración, como técnica de composición o como una obra de arte completa. Los patrones son diversos y útiles como herramienta que capta la atención del espectador, ya sea en forma sutil o siendo muy evidente.
Los patrones son un componente esencial del arte, que atraen e hipnotizan al espectador. La capacidad de reconocer patrones es una habilidad básica de los seres humanos, y la identificación de patrones en pinturas es una práctica que suele tener un efecto psicológico relajante en el espectador. El reconocimiento de patrones es una función del cerebro humano y puede aplicarse a imágenes, pero también a sonidos y a aromas. Nos permite asimilar y comprender rápidamente nuestro entorno. El reconocimiento de patrones es lo que nos permite desarrollar diversas actividades, desde reconocer a las personas y sus estados de ánimo hasta resolver rompecabezas o percibir cuando se acerca una tormenta. Los patrones en el arte nos satisfacen y nos intrigan, ya sea que esos patrones sean claramente identificables, como las imágenes repetidas de Andy Warhol, o deban desentrañarse en la obra, como en las salpicaduras aparentemente aleatorias de Jackson Pollock.
El uso de los patrones
Los patrones pueden contribuir a definir el ritmo de una obra de arte. Cuando se piensa en patrones nos vienen a la mente imágenes de tableros de ajedrez, ladrillos y papel tapiz floral. Sin embargo los patrones van mucho más allá: un patrón no siempre tiene que ser una repetición idéntica de un elemento. Los patrones se han utilizado desde la antigüedad, desde que se crearon las primeras obras de arte. Se puede ver un patrón en una manada de leones en las paredes de la cueva de Lascaux, de 20.000 años de antigüedad, y en las marcas de cuerdas en la primer cerámica recuperada que tiene una antigüedad de 10.000 años. Los patrones han adornado sistemáticamente la arquitectura a lo largo de los siglos, y muchos artistas agregaron patrones para adornar sus trabajos, como una mera decoración o para identificar un objeto, como una canasta tejida en mimbre.
Las formas de los patrones en el arte
Los patrones pueden presentarse de muchas formas en el arte. Un artista puede usar el color para indicar un patrón, repitiendo una paleta de colores única o seleccionada a lo largo de una obra. También pueden usar líneas para formar patrones. Los patrones también pueden ser formas, ya sean geométricas como en mosaicos y teselados, o naturales, como patrones florales.
Los artistas también tienden a seguir patrones a lo largo de su obra. Las técnicas, los medios que utilizan, los enfoques y los temas que eligen pueden mostrar un patrón a lo largo de toda una vida de trabajo y, a menudo, define un estilo característico. En este sentido el patrón se convierte en parte del proceso creativo, las acciones de un artista, un patrón de comportamiento.
Los patrones en la naturaleza
Los patrones se encuentran en diversas expresiones de la naturaleza, desde las hojas de un árbol hasta la estructura microscópica de esas hojas. Las conchas y las rocas tienen patrones, los animales y las flores tienen patrones, incluso el cuerpo humano en su conjunto sigue un patrón e incluye innumerables patrones dentro de él. En la naturaleza los patrones no siempre siguen reglas consistentes; es posible identificar patrones que no sean necesariamente uniformes. Los copos de nieve en muchos casos tienen seis lados o seis vértices, pero cada copo de nieve por separado tiene un dibujo que es diferente al de todos los demás.
Un patrón natural también puede romperse por una sola irregularidad o situarse fuera del contexto de una réplica exacta. Por ejemplo, una especie de árbol puede tener un patrón en sus ramas, pero eso no significa que cada rama crezca en un lugar designado. Los patrones naturales tienen un diseño orgánico.
Los patrones artificiales
Los patrones hechos por el hombre suelen buscar la perfección. El sencillo patrón de un tablero de ajedrez es fácilmente reconocible como una serie de cuadrados contrastantes dibujados con líneas rectas. Si una línea está fuera de lugar o un cuadrado es rojo en lugar de negro o blanco, esto desafía nuestra percepción de ese patrón conocido.
Las expresiones artísticas también intentan replicar la naturaleza en patrones creados por el hombre. Los patrones florales son un ejemplo; se toma un objeto natural y se lo convierte en un patrón, ya sea en un formato repetitivo o incluyendo alguna variación. Las flores y las enredaderas no tienen que reproducirse exactamente en un patrón artístico. El énfasis en la obra se asocia a la repetición general y la ubicación de los elementos dentro del diseño general.
Patrones irregulares
Nuestras mentes tienden a reconocer y a disfrutar de los patrones, pero ¿qué sucede cuando ese patrón se rompe? El efecto puede resultar perturbador, y sin duda llamará nuestra atención porque es inesperado. Los artistas lo entienden bien, por lo que a menudo lo utilizan y generan sensaciones en el espectador incluyendo irregularidades en los patrones. Por ejemplo, las obras de Maurits Cornelis Escher juegan con nuestro deseo de reconocer patrones y por eso son tan cautivadoras. En una de sus obras más famosas, Día y noche (1938), vemos al tablero de ajedrez transformarse en pájaros blancos volando. Sin embargo, si se mira con más atención, el teselado se invierte con pajaros negros volando en la dirección opuesta.
Escher nos distrae al usar la familiaridad del patrón de tablero de ajedrez junto con el paisaje en el que se superpone. Al principio sabemos que algo no está del todo bien y por eso seguimos mirándolo. Al final, el patrón de los pájaros imita los patrones del tablero de ajedrez. La ilusión no funcionaría si no se basara en una incertidumbre en el patrón. El resultado es una pieza de gran impacto que resulta memorable para todos los que la ven.
Fuentes
Briggs, John. Fractals: The Patterns of Chaos: a New Aesthetic of Art, Science, and Nature. New York, Touchstone, 1992.
Leoneschi, Francesca, y Lazzaris, Silvia. Patterns in Art: A Closer Look at the Old Masters. Abbeville Press, 2019.
Mattson, Mark P. Superior Pattern Processing Is the Essence of the Evolved Human Brain. Frontiers in Neuroscience 8 (2014): 265–65.
Norman, Jane. Patterns East and West: Introduction to Pattern in Art for Teachers with Slides and Materials. Metropolitan Museum of Art, 1986.
Phillips, David. Patterns in Pictures for Art and Science. Leonardo 24.1 (1991): 31-39.
Shen, X., Efros, A., Aubry M. Discovering Visual Patterns in Art Collections with Spatially-Consistent Feature Learning. Proceedings IEEE Conf. on Computer Vision and Pattern Recognition (CVPR), 2019.
Swan, Liz Stillwaggon. Deep Naturalism: Patterns in Art and Mind. The Journal of Mind and Behavior 34.2 (2013): 105–20.