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En economía, los costes o costos de producción son la cantidad de dinero que se invierte en una cierta actividad que conlleva la producción de un bien, un servicio o el desarrollo de una actividad con valor social. Minimizar los costes de producción es una regla básica en cualquier sistema productivo; permite determinar la combinación de trabajo y capital óptima, la que produce un bien o servicio con el coste más bajo posible. En otras palabras, minimizar costos significa determinar el método productivo más rentable para producir bienes y servicios manteniendo un cierto nivel de calidad. Por lo tanto, en el diseño de una estrategia financiera es importante entender qué es minimizar costes y cómo se hace.
El sistema productivo
En la planificación de un proceso productivo o en la evaluación de los cambios en uno en curso, el empresario tiene cierto rango de flexibilidad en aspectos básicos de su estructuración, tales como la cantidad de trabajadores a contratar, el tamaño de las instalaciones y la selección de la tecnología a implementar. En términos económicos, en una planificación a largo plazo el empresario puede modificar tanto la cantidad de capital como la de trabajo.
Por lo tanto, en la función de producción de largo plazo se podrán modificar dos parámetros: el capital y el trabajo. Recordemos que la función de producción de un determinado sistema productivo es la cantidad de producto que se puede generar en función de los parámetros básicos del sistema; en el corto plazo, la función de producción solo depende de la cantidad de trabajo, pero en el largo plazo depende también del capital.
La incidencia del proceso de producción
El diseño del sistema productivo se puede modificar para producir una determinada cantidad de producto con una determinada calidad. Veamos un ejemplo sencillo. Si el sistema productivo tiene como objetivo producir suéteres, es posible pensar en dos diseños diferentes de sistemas productivos. Uno podría ser contratar personas que sepan tejer y comprar agujas, mientras que el otro sería comprar o alquilar máquinas de tejer automáticas. Una evaluación económica de los sistemas productivos muestra que la inversión de capital en el primer caso es muy pequeña, solo agujas de tejer, e implica una gran cantidad de trabajo; es un diseño intensivo en mano de obra. En el segundo caso se necesita una gran inversión de capital y la incidencia del trabajo es pequeña, por lo que es un diseño intensivo en capital.
En situaciones reales, las combinaciones de posibilidades en el diseño del sistema productivo suelen ser complejas y requieren un análisis detallado. La forma de elegir la mejor combinación de parámetros del diseño del sistema de producción es su optimización, es decir, minimizar el coste de producción.
Una forma posible de realizar este análisis es registrar todas las combinaciones de trabajo y capital que producirían la cantidad de producto que se pretende, calcular el coste de cada una de las combinaciones y elegir el proceso que implique el menor coste. Este procedimiento es complejo y a veces ni siquiera es factible. La alternativa más simple es adoptar un criterio general para minimizar costes, como vemos a continuación.
Minimizar costes
El criterio para la aplicación del procedimiento de minimizar costes es determinar niveles de capital y trabajo de forma tal que el producto marginal del trabajo dividido por el coste del trabajo, el salario total, sea igual al producto marginal del capital dividido por la renta del capital invertido. Recordemos que en economía el producto marginal de un parámetro se refiere a la variación de ese parámetro asociada a un incremento del producto en una unidad adicional a la cantidad que se está produciendo; en este caso, esto sería el trabajo y el capital necesarios para incrementar en una unidad la cantidad que se está produciendo.
Una forma intuitiva de ver este criterio es pensar que el sistema productivo es más eficiente, y por lo tanto los costes se minimizan, cuando el incremento en el producto por unidad de coste es el mismo para el trabajo y para el capital. En otras palabras, se obtiene el mismo rendimiento por unidad de dinero gastado en los dos factores más relevantes de un sistema productivo: el coste del trabajo y el capital invertido. Este criterio también se podría extender si se consideraran otros parámetros del sistema productivo o si se consideraran más de dos insumos.
Qué pasa si no se minimiza el coste
Profundicemos en el concepto del criterio de minimizar costes y veamos qué pasa en una situación en la que no se cumpla el criterio. Consideremos un sistema productivo en el cual el producto marginal del trabajo dividido entre el coste del trabajo es mayor que el producto marginal del capital dividido entre la renta de ese capital. En esta situación, el dinero que se gasta en el trabajo genera más producto que el que se gasta en el capital y por lo tanto el empresario trataría de trasladar costes desde el capital hacia el gasto en mano de obra, ya que esto le permitiría obtener más producto con el mismo coste. O, alternativamente, obtener el mismo producto con menor coste.
Es un criterio general en economía que el producto marginal asociado a estos parámetros es decreciente, por lo cual el traslado del gasto de capital a trabajo en un punto dejará de producir el mismo resultado. Se produce un efecto combinado en ambas variables que tiende a compensarse; al ser el producto marginal decreciente tanto en el trabajo como en el capital, el aumento en el gasto en trabajo hace que su producto marginal sea cada vez menor, y al disminuir el gasto en capital el producto marginal asociado al gasto en capital se incrementa. Este proceso de compensación gradual se completa, y por lo tanto se interrumpe, cuando el producto marginal de cada parámetro por unidad de gasto se equilibra es el mismo. Y este es el criterio postulado para minimizar el coste. Por lo tanto, el criterio de minimizar costes define un punto de equilibrio del sistema productivo que se analiza.
Fuente
Mankiw, N Gregory. Principios de economía. Segunda edición. McGraw Hill
Puig, Marta. Introducción a la microeconomía. Universitat de Barcelona, España, 2006.