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El totalitarismo, el autoritarismo y el fascismo son tipos de gobierno que se diferencian entre sí, pero también presentan características comunes: los tres son formas de autocracia en las que el poder se centra en una persona o en un grupo reducido de personas; y en todas se controla y reprime a la población.
Las formas de gobierno
La mayoría de las naciones del mundo se rigen por medio de gobiernos que buscan implementar normas y reglas para mantener el orden y la armonía entre los habitantes. Esto se extiende a todas las interacciones sociales, las actividades, el bienestar de la población e, incluso, las prácticas religiosas.
Las formas de gobierno más comunes en el mundo se basan en la democracia, en la autocracia o en otras formas que combinan elementos de ambas.
Qué es la democracia
La democracia es un tipo de organización social en el que el poder del Estado está en los ciudadanos. Las personas son iguales y libres ante la ley, eligen a sus representantes y establecen reglas que otorgan beneficios y responsabilidades para todos, intentando disminuir las diferencias entre los miembros de la sociedad.
Algunos gobiernos basados en la democracia son las repúblicas parlamentarias y las repúblicas presidencialistas.
Qué es la autocracia
La palabra autocracia deriva del término griego autokrateia, que está formada por autos, que significa “uno mismo” y krateia, que quiere decir «poder», y se usa para designar a un sistema político en el que todo el poder se centra en una persona o entidad.
En los gobiernos autocráticos la persona (o grupo de personas) en el poder toma todas las decisiones y la población solo tiene que acatarlas, sin poder discutirlas ni evitarlas.
Algunos ejemplos de gobiernos autocráticos son los regímenes totalitarios y autoritarios.
Si bien cada Estado designa una forma de gobierno con la cual se identifica ante el mundo, esto puede ser diferente durante la práctica de sus funciones. Algunos países se declaran como democráticos cuando en realidad son totalitarios o autoritarios.
Qué es el autoritarismo
El autoritarismo es un gobierno o régimen político que se basa en el ejercicio de la autoridad, casi siempre de una forma abusiva, excesiva y opresiva. El Estado controla los procesos políticos, no admite críticas y está representado por una persona o una élite que ejerce el control total, pero puede permitir que las personas tengan cierto grado limitado de autonomía.
Origen del autoritarismo
El término autoritarismo surgió por primera vez en la década de 1960. Fue utilizado por el sociólogo y profesor de Ciencias Políticas español Juan José Linz en sus teorías y análisis de distintas formas de gobierno. Lo usó principalmente para describir al franquismo, la ideología que se desarrolló durante el gobierno del dictador español Francisco Franco.
Más tarde, este concepto se aplicó a otros gobiernos autoritarios en América Latina, tales como las dictaduras de Brasil y Argentina que ocurrieron en 1964 y 1966, respectivamente.
Actualmente, el autoritarismo es un concepto amplio que define, principalmente, la forma en que un gobierno obtiene y ejerce el poder.
Características del autoritarismo
El autoritarismo se diferencia de otras formas de gobierno por las siguientes características:
- El Estado está al mando de un gobernante en el cual recae toda la autoridad.
- Los poderes del gobernante no están definidos y pueden cambiar en cualquier momento.
- La libertad es limitada.
- El Estado no elimina a los grupos, instituciones y partidos políticos, pero los controla.
- El gobierno se presenta como la única opción para combatir los problemas sociales como la pobreza, la disidencia y el terrorismo.
- Se presentan restricciones sociales como la censura y la supresión de oponentes políticos.
- Se prohíbe cualquier actividad contraria al régimen.
Ejemplos de gobiernos autoritarios
Además de la dictadura de Franco, otros ejemplos de gobiernos autoritarios fueron las dictaduras de Venezuela bajo el mando de Hugo Chávez y la dictadura de Fidel Castro en Cuba.
En la actualidad, algunos ejemplos de gobiernos autoritarios son el gobierno de China bajo el poder de Xi Jinping y el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Qué es el totalitarismo
El totalitarismo es una forma de gobierno en la que el poder del Estado es ilimitado. El Estado controla todos los asuntos políticos, jurídicos y financieros, así como la vida pública y privada de los ciudadanos e incluso su moral y sus creencias.
Origen del totalitarismo
La idea o el concepto de totalitarismo apareció por primera vez en la década de 1920, cuando el fascismo comenzaba a desarrollarse en Italia. En principio se utilizó como un adjetivo para describir al gobierno del dictador Benito Mussolini. A su vez, Mussolini utilizó el término a su favor más adelante, intentando convencer a la población de los beneficios que un Estado totalitario podía proveer a la sociedad.
En 1941, los opositores de Adolf Hitler utilizaron el término totalitarismo como sustantivo y, posteriormente, esta palabra se usó para nombrar al gobierno del dictador ruso Iósif Stalin, así como el mandato de otros dictadores.
En 1951, la escritora alemana Hannah Arendt desarrolló la teoría del totalitarismo en su obra Los orígenes del totalitarismo.
Actualmente, la mayoría de las naciones del mundo rechazan el concepto de totalitarismo y se basan en sistemas democráticos orientados a lograr que el pueblo ejerza su poder y el Estado cumpla un rol secundario de apoyo.
Características del totalitarismo
El totalitarismo se destaca por las siguientes características:
- El Estado es omnipotente: no tiene límites ni restricciones.
- El Estado es un fin en sí mismo: todo lo que hace tiene como objetivo su propio beneficio.
- El gobierno está dirigido por un solo partido que, a su vez, está representado por un solo dictador.
- Es un sistema antidemocrático: los ciudadanos no pueden elegir a sus gobernantes ni participar en la toma de decisiones.
- Restringe la libertad: las personas no pueden expresar pensamientos opuestos a la ideología del Estado ni realizar actividades que se consideren «prohibidas».
- Niega o ignora los derechos humanos: los derechos de los habitantes no se respetan, se vuelven difusos o desaparecen.
- Elimina la individualidad: a las personas no se las reconoce como individuos ni divididas en clases, sino que se consideran como masas.
- Hace un gran uso de la propaganda a favor del gobierno.
- Utiliza mecanismos control social y represión como la censura y la policía secreta.
- Promueve el servicio militar obligatorio para los ciudadanos.
- Prohíbe ciertos grupos sociales, prácticas políticas o religiosas.
- Prohíbe cualquier crítica al gobierno.
- Aplica las leyes por medio de la policía o el ejército.
- Fomenta el miedo en la población.
Ejemplos de gobiernos totalitarios
Los primeros gobiernos totalitarios ocurrieron a principios del siglo XX. Los ejemplos más importantes fueron el gobierno de Italia bajo el mando de Benito Mussolini y el de Alemania, a cargo de Adolf Hitler.
Otro gobierno totalitario más reciente fue el de Saddam Hussein en Irak. Actualmente, uno de los gobiernos totalitarios más destacados es el de Corea del Norte, bajo el poder de Kim Jong Un.
Diferencia entre el autoritarismo y el totalitarismo
Teniendo en cuenta las definiciones y características del totalitarismo y el autoritarismo, se puede observar la diferencia entre uno y otro.
Aunque tanto en el autoritarismo y el totalitarismo el gobierno está al mando de una sola persona o un grupo reducido de personas, la diferencia principal entre uno y otro radica en el grado de libertad que tiene la población.
En los regímenes o gobiernos autoritarios los ciudadanos tienen algunas libertades limitadas. Sin embargo, en los gobiernos totalitarios carecen de libertades y están sujetos de manera total al Estado.
Incluso, en un gobierno totalitario, el control del gobierno sobre la población puede ser ilimitado, ya que el Estado controla casi todos los aspectos de la política, la economía, la educación, la cultura y la sociedad.
Qué es el fascismo
El fascismo es una ideología y forma de gobierno que combina aspectos del totalitarismo y del autoritarismo, promoviendo el nacionalismo y la pureza racial.
El término fascismo deriva de la palabra italiana fascio, que significa «haz», término que a su vez del término latín fasces, que era un atado o un manojo de 30 varas que los magistrados romanos utilizaban como símbolo de su autoridad.
Origen del fascismo
El fascismo surgió a fines del siglo XIX y se desarrolló por completo durante el gobierno de Mussolini en Italia. En un principio, el fascismo promovía la creencia de que los europeos eran genéticamente superiores a otras personas. Este culto a la pureza racial llevó a los líderes fascistas a emprender programas obligatorios de modificación genética orientados a crear una «raza pura», aunque este movimiento se dio con mayor fuerza en Alemania que en Italia.
La ideología fascista se extendió a Alemania y otros países europeos en los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando los regímenes fascistas se encargaron de mantener a las naciones en un estado permanente de preparación para la guerra, fortaleciendo a las tropas militares. De esta manera, se estableció un sistema mediante el cual todos los ciudadanos estaban preparados para ejercer actividades militares.
Además de su importancia en los gobiernos italianos, el fascismo también fue evidente en la Alemania de Hitler y otros gobiernos durante el período entre las dos guerras mundiales, principalmente en países europeos. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, las características extremas del fascismo también aparecieron en dictaduras de América Latina.
A partir de la década de 1980, el fascismo surgió nuevamente en Europa y el resto del mundo bajo el nombre de neofascismo, una ideología que se caracteriza por elementos como la admiración por líderes fascistas, el populismo y el uso de la propaganda, entre otros.
En la actualidad, los términos «fascista» y «neofascista» se utilizan, de manera peyorativa, para describir a algunos gobiernos con ideologías de extrema derecha que presentan aspectos similares a los de la primera mitad del siglo XX.
Características del fascismo
El fascismo incluye las siguientes características:
- El poder está a cargo de un dictador.
- Se considera como una forma de gobierno de extrema derecha.
- Reniega de la democracia y los procesos electorales.
- Tiene un solo partido político.
- El gobierno ejerce el control de la industria y el comercio.
- Fomenta el ultranacionalismo y la pureza racial.
- Destaca y exalta la figura del líder.
- Se enfoca en desarrollar a las fuerzas armadas del ejército.
- Usa estrategias como la demagogia, la desinformación y la propaganda política.
- Ejecuta maniobras de distracción en vez de solucionar los problemas sociales, económicos y políticos.
- Crea un enemigo común que funciona como chivo expiatorio y contra el cual se dirige la atención de la población (por ejemplo, los judíos en la Alemania nazi).
- Reprime a la oposición y la disidencia por medio de la policía secreta o los militares.
Ejemplos de fascismo
Entre los ejemplos más claros de gobiernos fascistas se incluyen el gobierno de Benito Mussolini en Italia, el gobierno de Adolf Hitler en Alemania y el de Francisco Franco en España.
Si bien en la actualidad no hay gobiernos que se muestren abiertamente como fascistas, existen algunos gobiernos que sí presentan elementos o características fascistas. Un ejemplo es el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil.
Bibliografía
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- Arendt, H. Los orígenes del totalitarismo. (2006). España. Alianza.
- Gentile, E. Fascismo: Historia e interpretación. (2004). España. Grupo Anaya..
- Lesgart, C. (2020, 2 de julio). Autoritarismo. Historia y problemas de un concepto contemporáneo fundamental. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-76532020000100349