Tonatiuh, el dios del sol azteca

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Tonatiuh o Quinto Sol, fue uno de los dioses aztecas más venerados. Era el dios del sol y estaba asociado con los guerreros y los sacrificios humanos, ya que dependía de ellos para aparecer en el cielo todos los días.

Significado de Tonatiuh

El nombre de Tonatiuh, significa “el que va brillando” y deriva del verbo azteca tona, que quiere decir: “brillar” o “iluminar”. En náhuatl, la palabra Tonatiuh significa, literalmente, “sol”,“día”,”astro solar” y “oriente”. Este dios a veces también recibía el nombre de teocuitlatl, la palabra azteca para el “oro”, que significaba “excreciones de los dioses”. Este término se utilizaba en referencia al color del sol y la creencia de que la luz dorada que emanaba eran excreciones del dios. Los mixtecos también lo llamaban el «Señor de la Turquesa» porque creían que estaba hecho de ese material.

Características y atributos de Tonatiuh

Tonatiuh era el dios del sol, la fertilidad y la guerra. Se caracterizaba por ser un dios benigno que les otorgaba su favor a los humanos, brindándoles calor y luz esenciales para el crecimiento de la vida en la Tierra. Sin embargo, Tonatiuh también era una deidad cruel que necesitaba que muchas personas fueran asesinadas para que ejerciera su rol e iluminara al mundo. Debido a ello, además de su atributo como dios creador, se lo considera como el dios de la guerra.

Generalmente, se lo representaba como un hombre de piel roja y ocre, colores que simbolizaban la luz del sol y la energía. En ocasiones llevaba una peluca rubia, pendientes circulares y una diadema amarilla con anillos de jade. Tonatiuh también estaba rodeado por un disco solar con rayos, y como lengua tenía la hoja de un cuchillo. Sus manos eran similares a garras. Debido a que se alzaba en el cielo cada día, en ocasiones también se lo ilustraba con forma o plumas de águila. 

A veces, Tonatiuh aparecía como un hombre en cuclillas que llevaba un disco solar a la espalda. En algunos momentos, también se lo representó, simplemente, como un disco solar. En algunos rituales, una persona imitaba al dios y llevaba un disco solar en la espalda. 

Otras representaciones más antiguas de Tonatiuh que provienen de la civilización tolteca lo muestran con una figura humanoide de color rojo, con un disco solar y un tocado de plumas de águila. 

Algunas de las imágenes más conocidas del dios del sol Tonatiuh se encuentran en el Códice Borgia y la Piedra del Sol. 

El Códice Borgia

El Códice Borgia es un códice precolombino realizado en cuero, que data del siglo XVI, y contiene ilustraciones de diferentes dioses y elementos rituales de la religión y el calendario mexica. Su nombre hace referencia al cardenal Stefano Borgia, quien adquirió el códice en el siglo XVIII.

En la página 71 del Códice Borgia que se encuentra en la Biblioteca Vaticana desde 1804, aparece Tonatiuh recibiendo diferentes ofrendas.

Códice Borgia
Extracto de la página 71 del Códice Borgia, Biblioteca Apostólica Vaticana.

La Piedra del Sol

Otra de las representaciones más populares de Tonatiuh se encuentra en la Piedra del Sol, un antiguo altar de sacrificios o Cuauhxicalli mexica. En su centro está grabado el rostro de Tonatiuh.

En esta estructura de piedra, Tonatiuh aparece representado con ojos y cejas, una lengua hacia afuera con forma de cuchillo de obsidiana, dos manos con una pulsera cada una, que sostienen un corazón humano. A su alrededor están los símbolos de las otras cuatro eras y sus soles. 

Debido a la importancia de la observación del sol para los mexicas, estos desarrollaron su propio calendario solar que marcaba los diferentes movimientos de los astros y otros fenómenos astronómicos.

Piedra del sol
Piedra del Sol, Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México.

Tonatiuh en la mitología azteca

Los aztecas eran pueblos provenientes de Aztlán. En el siglo XIV d. C. algunas tribus nahuas emigraron hasta Texcoco en el Valle de México y establecieron allí la ciudad México-Tenochtitlan en unos islotes en el año 1325 d. C. Esta civilización se denominó a sí misma mexica. 

Los mexicas adoraban a varios dioses, como el dios colibrí, Huitzilopochtli, y al llegar a esta región adoptaron también a algunas de las divinidades y creencias locales preexistentes, como los dioses Tláloc y Quetzalcóatl.

Los mexicas creían que la naturaleza, el mundo y los dioses formaban parte de un conjunto en el que todos los elementos se relacionaban de una forma compleja e intrincada, creando un equilibrio. Cuando se perdía este orden, ocurrían acontecimientos nefastos. Para volver a alcanzar el equilibrio, la protección y la armonía, las personas debían comportarse de determinada manera y brindarles ofrendas a los dioses, algo que en muchos casos, incluía realizar sacrificios humanos.

El mito de la creación y la leyenda del Quinto Sol

Existen varias leyendas en la mitología azteca mexica sobre la creación del cosmos y el mundo tal como lo conocemos. Una de ellas sugiere que en el principio de los tiempos apareció Ometéotl, el dios creador dual que se creó a sí mismo. A su vez, Ometéotl estaba formado por dos deidades Ometecuhtli y Omecíhuatl, de las cuales nacieron los dioses Xipe Tótec, Yaótl, Quetzalcóatl, y Huitzilopochtli. Estas divinidades dieron origen al resto de los dioses. 

Otro mito que explica la creación del mundo según los mexicas es la leyenda del Quinto Sol. De acuerdo con esta creencia, al principio en el mundo no existía la vida, y todo era oscuro. Para crear al mundo y terminar con la oscuridad, tenía que surgir un dios del sol. 

El primer dios sol había sido Tezcatlipoca, dios de la noche y las constelaciones. Este dios acabó con el primer mundo enviando jaguares que devoraron a todos los seres vivos de la Tierra. El segundo dios fue Quetzalcóatl, el dios colibrí de la vida y la fertilidad. Él destruyó el mundo con un fuerte viento. El tercer dios del sol fue Tláloc, dios de la lluvia, y también acabó con el mundo enviando una lluvia de fuego. La cuarta divinidad del sol fue Chalchiuhtlicue, la diosa del agua. Sin embargo, esta diosa causó una gran inundación y también destruyó al mundo.

Los mexicas creían que estaban transitando la quinta era, es decir, que estaban viviendo en el quinto mundo donde reinaba el quinto sol, Tonatiuh. Esta era se caracterizaba por el gran desarrollo de la agricultura y el cultivo del maíz. Al igual que en las fases anteriores, los mexicas creían que el mundo en el que vivían se destruiría también, probablemente por un terremoto.

El origen de Tonatiuh

Al momento de crear al mundo por quinta vez, los dioses se reunieron en una asamblea en Teotihuacán. Allí tuvieron que decidir quién sería el encargado de iluminar nuevamente al mundo. Este proceso se produciría mediante el sacrificio de un dios en la hoguera Teotezcalli. 

El primer voluntario fue el dios Nanahuatzin o Nanáhuatl, que era el dios de la humildad. El segundo voluntario fue Tecciztécatl, el dios de la soberbia. Sin embargo, al momento del sacrificio, Tecciztécatl vaciló. Nanahuatzin, que era un dios humilde, enfermo y pobre, se lanzó a la hoguera sin vacilar y reencarnó en el nuevo sol. De esta manera, nació Tonatiuh, el quinto sol. Tecciztécatl se sacrificó después de Nanahuatzin y se transformó en el dios de la luna. Este mito explica por qué entonces el sol ilumina el día y la luna, la noche.

El nuevo mundo surgió sobre Cipactli, una serpiente gigante y flotante que es el hogar de todos los dioses. En su cabeza se formaron trece cielos, en el centro de su cuerpo se creó la tierra, y finalmente, en su cola surgieron los nueve inframundos. 

Tonatiuh y los sacrificios humanos

Aunque la creación del quinto mundo y la aparición del dios sol en el oriente había sido un éxito, Tonatiuh se rehusó a moverse por el cielo. Para impulsar su movimiento, los dioses sacrificaron sus corazones y se los entregaron a Tonatiuh. Así, el dios sol comenzó su recorrido diario. 

Siguiendo el ejemplo de los dioses, los hombres también debían sacrificarse para mantener la presencia del sol a lo largo del día. Esto causó innumerables guerras donde se obtenían prisioneros que más tarde eran sacrificados. Su corazón y su sangre se ofrecía a Tonatiuh. De este modo, se garantizaba su aparición todos los días. 

El mito de Tonatiuh, el Quinto Sol

Tonatiuh era un dios que viajaba todos los días a través del cielo. Nacía en el oriente y moría todas las noches en el occidente cuando lo tragaba la diosa de la fertilidad de la tierra, Tlaltecuhtli. A la mañana siguiente, Tonatiuh era regurgitado por un monstruo y renacía. Para poder llevar a cabo esta travesía, Tonatiuh necesitaba sangre y corazones humanos. 

Tonatiuh era el dios protector de todos los guerreros y se relacionaba con ellos por varios motivos: todos los días libraba una batalla contra la oscuridad; poseía una gran sed de sangre; y dependía de los guerreros para obtener sacrificios y continuar su movimiento. 

El culto a Tonatiuh

Teniendo en cuenta dicha necesidad, el culto al dios Tonatiuh se basaba, principalmente, en los sacrificios humanos. Para ello, se realizaba un ritual conocido como Huey Teocalli, donde se extirpaba el corazón de los prisioneros de guerra.

Esto requería que los mexicas llevaran a cabo batallas especiales destinadas a capturar a las futuras víctimas de los sacrificios. Estas guerras se conocieron como “guerras floridas” y consistían en capturar prisioneros vivos a los cuales posteriormente se les sacaría el corazón para dárselo como ofrenda a Tonatiuh.

Tonatiuh fue venerado en todo México y Guatemala, pero los principales centros de culto fueron las grandes ciudades de Tenochtitlán y Teotihuacán, la “ciudad del Sol”.

Otros dioses del sol aztecas

Tonatiuh fue uno de los dioses del sol más importantes para los mexicas. Sin embargo, también existieron otras deidades similares a lo largo de la historia de la civilización azteca. En muchos casos, el culto a Tonatiuh y otros dioses del sol fue simultáneo, dependiendo de la ubicación geográfica. Por ejemplo:

  • Huitzilopochtli fue otro dios del sol y la guerra venerado en Tenochtitlan en diferentes momentos históricos.
  • Nanauatzin fue quien dio origen a Tonatiuh, por eso en algunos momentos se lo consideró también como el dios sol.

Otros datos curiosos

Además de la interesante historia de Tonatiuh, existen otros datos curiosos relacionados con este dios y la mitología mexica:

  • Durante la conquista española de México, los mexicas llamaban “Tonatiuh” al conquistador español Pedro de Alvarado (1485-1541). Hay varias versiones sobre este curioso apodo: algunas sugieren que los nativos veían a este personaje como la encarnación del dios sol, en parte por su cabello y barba rojizos. Sin embargo, otra versión sugiere que el apodo se debía a la fama de cruel y despiadado que tenía Pedro de Alvarado.
  • En la película Apocalypto, producida por Mel Gibson y estrenada en el año 2006 hay varias escenas donde se representan una guerra florida y sacrificios humanos, lo cual permite tener una idea de cómo eran estos rituales.

Fuentes

  • Ferrando Castro, M. (2021, 7 de abril). ¿Quién es Tonatiuh en la mitología azteca? El dios del Sol. RedHistoria. Disponible aquí.
  • México Desconocido. Dioses aztecas: cuántos y cuáles son. Disponible aquí.
  • EcuRed. Tonatiuh. Disponible aquí.
  • Cartwright, M. (2017, 30 de marzo). Tonatiuh. Disponible aquí.
  • Digivatliv. Códice Borgia. Disponible aquí.
  • INAH. (2009, 9 de marzo). Hallazgos en el calendario azteca. Gobierno de México. Disponible aquí.
  • INAH. Gran Diccionario Náhuatl. Disponible aquí.
Cecilia Martinez (B.S.)
Cecilia Martinez (B.S.)
Cecilia Martinez (Licenciada en Humanidades) - AUTORA. Redactora. Divulgadora cultural y científica.

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