El carbono es un elemento que, mediante enlaces covalentes, forman compuestos orgánicos. Un enlace es la fuerza que le da estabilidad a los átomos unidos entre sí; cuando el enlace es covalente, los átomos comparten uno o más pares de electrones.
Los compuestos o moléculas orgánicas forman enlaces carbono-carbono y carbono-hidrógeno y se enlazan formando una red tridimensional. Esta red puede representarse a través de modelos que muestran el tamaño y la forma de las moléculas, las cuales dependen de los ángulos y las distancias entre los núcleos de los átomos que las constituyen. Estas características, junto con las fuerzas intramoleculares y la polaridad de sus enlaces, determinan propiedades de las moléculas como la densidad, la solubilidad y el punto de ebullición.
Frecuentemente, la estructura tridimensional de las moléculas se representa mediante proyecciones de Newman, una forma de esquematizar las conformaciones, es decir, orientaciones o posiciones espaciales de una molécula. En estas proyecciones se emplean tres tipos de líneas:
- Las continuas simbolizan los enlaces situados en el mismo plano en que se dibuja.
- Las discontinuas representan enlaces que se dirigen hacia atrás del plano en que se dibuja, alejándose del observador.
- Las líneas con forma de cuña indican la presencia de enlaces que se dirigen hacia el observador, las cuales son más gruesas a medida que se acercan al observador.
Fuentes
Autino, J.C., Romanelli, G., Ruiz, D.M. Introducción a la Química Orgánica. Editorial de la Universidad Nacional de La Plata., La Plata, 2013.
Darling, S.D. Una guía para el uso y construcción de modelos moleculares. Modelos Darling. Stephen D. Darling, ISBN 0-9648837-0-8, 2006.
McMurry, J. Química orgánica. 7ª edición. Cengage Learning., México, 2008.