Tabla de Contenidos
Independientemente de que los detestemos o nos hagan mucha gracia, las ventosidades procedentes del intestino, comúnmente llamadas «pedos», forman parte de nuestras vidas. Son una parte completamente natural y normal del funcionamiento de nuestro sistema digestivo y siempre estarán presentes, por mucho que intentemos controlarlos. Sin embargo, es evidente y bien sabido que no todos son iguales. Algunos producen un sonido característico y otros no, algunos son característicamente inflamables y otros no, y la mayoría posee olores diferentes en función de nuestra dieta y de nuestro estado de salud intestinal.
La evidencia anterior nos lleva a concluir que no todos los pedos (o flatulencias, como los llaman los médicos y las personas más refinadas) tienen la misma composición química. Esto, a su vez, nos lleva a preguntarnos cuál es esa composición química y qué sustancias químicas forman parte de los gases intestinales, proporcionándoles sus propiedades tan características y bien conocidas.
En las siguientes secciones, discutiremos todo lo relacionado con la química de las flatulencias, su composición y el origen de las sustancias químicas que las componen.
La composición química del pedo promedio
Como se mencionó en los párrafos anteriores, el hecho que algunos pedos sean inflamables y otros no, y que algunos huelan muy mal y otros no tanto, son evidencias de una diferencia en la composición química de estos gases tan embarazosos. Sin embargo, la mayoría de las flatulencias contiene la misma clase de componentes, aunque posiblemente en proporciones diferentes.
El pedo promedio está compuesto por las siguientes sustancias químicas gaseosas (las concentraciones están reportadas en términos del porcentaje molar):
Sustancia química | Concentración |
Nitrógeno (N2) | 20-90% |
Hidrógeno (H2) | 0-50% |
Dióxido de carbono (CO2) | 10-30% |
Oxígeno (O2) | 0-10% |
Metano (CH4) | 0-10% |
Mercaptanos (CxH2x+1SH) | <1% |
Sulfuro de hidrógeno (SH2) | <1% |
Aminas volátiles | <1% |
No todos los pedos contienen todos los compuestos mencionados anteriormente. Por ejemplo, algunos no contienen metano, otros no contienen hidrógeno y en todos los casos, la cantidad de nitrógeno. oxígeno y dióxido de carbono, los principales componentes del aire, es muy variable.
La inflamabilidad de los pedos se debe a la presencia de metano y/o hidrógeno molecular
De todos los componentes principales de las flatulencias, el metano y el hidrógeno molecular son los únicos que son inflamables. De hecho, es debido a uno o a ambos compuestos que algunos pedos son inflamables. Esta inflamabilidad puede ser peligrosa y, en algunos casos (muy poco frecuentes, por cierto), han causado explosiones durante cirugías intestinales en las que se ha utilizado un cautín (soldador de estaño) caliente para cortar el intestino.
Los mercaptanos son compuestos orgánicos por lo que también son inflamables. Sin embargo, su concentración en la mayoría de pedos es muy baja. Por esta razón, en ausencia de hidrógeno y metano, es poco probable que un pedo sea inflamable, incluso aunque tenga una concentración relativamente alta de mercaptanos.
Los mercaptanos, el sulfuro de hidrógeno y algunas aminas son responsables del mal olor
Una de las características más notables (y desagradables) de la mayoría de las flatulencias es su mal olor. Este se debe principalmente a la presencia de mercaptanos, producidos por la descomposición de las proteínas presentes en los alimentos por parte de algunas bacterias de la flora intestinal.
Los mercaptanos, también denominados tioles, son una familia de compuestos químicos orgánicos muy similares a los alcoholes, pero que en lugar de un grupo hidroxilo, poseen un grupo sulfhidrilo o –SH. Tienen la fórmula general CxH2x+1SH, donde X representa el número de átomos de carbono. Por ejemplo, el metanotiol o mercaptometanol tiene la fórmula CH3SH y el mercaptoetanol o etanotiol tiene la fórmula C2H7SH. Estos compuestos poseen un olor fecal muy intenso. Tendemos a producir más mercaptanos cuando comemos alimentos ricos en azufre, como algunas proteínas animales y vegetales.
Adicionalmente, el sulfuro de hidrógeno o H2S es el compuesto responsable del olor a huevos podridos, y también lo producen por muchas de las bacterias que hay en el intestino.
Por otro lado, dependiendo de la dieta, algunos gases pueden contener cantidades variables de algunas aminas volátiles. Muchos de estos compuestos poseen olores muy intensos y característicamente desagradables. Por ejemplo, la trimetilamina es responsable del olor a pescado en descomposición (pescado podrido).
La mayoría de los componentes son inocuos e inodoros
Las demás sustancias gaseosas presentes en los gases intestinales son sustancias inertes e inodoras. El nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono son los principales componentes del aire, que normalmente no posee olor. Por otro lado, el hidrógeno e incluso el metano, a pesar de su reactividad química e inflamabilidad, son ambas sustancias completamente inodoras.
Origen de los componentes de las flatulencias
Ya que sabemos qué contienen los gases intestinales, la siguiente pregunta lógica es ¿de dónde previenen estas sustancias químicas gaseosas? Los médicos identifican tres fuentes principales:
1 Ingestión de aire
Parte de los componentes de los pedos corresponde a los mismos componentes del aire. La razón detrás de esto es que parte de los gases que entran a nuestro intestino y que luego expulsamos provienen de pequeñas cantidades de aire que ingerimos junto con nuestros alimentos. Este aire se comprime en el colon debido a los movimientos de las heces.
Además, al ingerir bebidas carbonatadas, estas liberan grandes cantidades de dióxido de carbono al entrar en contacto con los ácidos estomacales. Una parte de estos gases la solemos liberar en forma de eructos, pero el resto pasa al intestino y después pasan a formar parte de los flatos.
2 Difusión de gases desde la sangre
Otra fuente gases intestinales es el proceso de difusión pasiva de los gases desde el torrente sanguíneo, impulsada por la diferencia entre las presiones parciales de estos gases en la sangre y en el lumen del intestino, es decir, el espacio interior del mismo. El intestino está forrado por incontables vellosidades irrigadas por capilares sanguíneos, cuya función es absorber eficientemente los nutrientes presentes en nuestros alimentos. Este proceso de absorción puede darse de manera pasiva como consecuencia de la diferencia de la concentración de los nutrientes dentro y fuera de las células epiteliales del intestino. Sin embargo, este mismo proceso también puede ocurrir en dirección contraria, especialmente con gases apolares como el nitrógeno y el dióxido de carbono los cuales pueden atravesar la membrana celular de manera pasiva, sin la necesidad de canales o transportadores activos.
Como la concentración o presión parcial de estos gases en la luz del intestino es menor que en la sangre, una parte de los mencionados gases puede difundir desde la sangre, a través de las células epiteliales y hasta el interior de nuestro intestino, acumulándose y luego desorbiéndose para pasar de la disolución al estado gaseoso.
Fermentación de los alimentos
Finalmente, las tres cuartas partes del volumen total de los gases intestinales en una persona saludable provienen de la fermentación bacteriana de los alimentos y de la acción de algunas glucoproteínas endógenas presentes en el intestino. De hecho, una de las principales fuentes de los malos olores en las flatulencias es la fermentación.
Toda persona saludable posee una flora intestinal formada por muchas especies diferentes de bacterias simbióticas que ayudan a romper y descomponer las grandes moléculas proteicas presentes en nuestros alimentos y así convertirlas en trozos más manejables y fáciles de absorber por parte de las células epiteliales en nuestro intestino. Sin esta flora bacteriana, simplemente no podríamos digerir la mayoría de nuestros alimentos y nos veríamos rápidamente en un estado de desnutrición.
Este proceso de descomposición bacteriana se denomina fermentación. Existen distintos tipos de fermentación características de distintos tipos de bacterias. Cada tipo de fermentación produce subproductos diferentes, algunos de los cuales pasan a formar parte de los pedos.
Por ejemplo, la mayoría de las personas posee en su intestino una clase de microorganismos denominados arqueas, las cuales son especies metanógenas que llevan a cabo la fermentación anaeróbica que produce metano.
Por otro lado, algunas de las bacterias descomponen los aminoácidos que contienen azufre como la metionina y la cisteína para producir los mercaptanos responsables, en parte, del olor característico de algunos pedos. Lo mismo se puede decir del sulfuro de hidrógeno.
Finalmente, el hidrógeno molecular también se produce por fermentación bacteriana. Esta sustancia inflamable se puede producir en grandes cantidades cuando ingerimos algunas frutas que contienen hidratos de carbono que no podemos digerir, y estos no son absorbidos antes de llegar al intestino grueso. La mayoría de microorganismos metanógenos también son responsables de la producción de hidrógeno en el intestino. Sin embargo, el 10% de las personas poseen metanógenos que no liberan hidrógeno molecular.
Referencias
Bascuñana, M. H. (2020, 30 octubre). Estreñimiento, metano e intestino irritable – Bascuñana. Bascunana.net. https://bascunana.net/2020/10/30/estrenimiento-metano-e-intestino-irritable/
Clínica Internacional. (2021, 13 abril). ¿Qué son las bacterias intestinales y cuál es su importancia? https://www.clinicainternacional.com.pe/blog/bacterias-intestinales-importancia/
Gotfried, J. (2022, 4 abril). Trastornos relacionados con gases. Manual MSD versión para profesionales. https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-gastrointestinales/s%C3%ADntomas-de-los-trastornos-gastrointestinales/trastornos-relacionados-con-gases
Helm Clark, C. M. (2017, 30 septiembre). Human Fart Gas Composition, Farting Habits and the Cause of Fart Odors. The Gnarly Science Blog. http://gnarlyscience.com/human-fart-gas-composition/
Márquez Moreno, M. D. (2013). Síndrome del olor a pescado: trimetilaminuria. Formación Activa en Pediatría de Atención Primaria, 6(4). https://fapap.es/articulo/270/sindrome-del-olor-a-pescado-trimetilaminuria
Nemours KidsHealth. (s. f.). ¿Qué es un pedo? (para Niños ). https://kidshealth.org/es/kids/fart.html