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Los pronósticos del tiempo se han realizado desde hace miles de años, aunque los métodos usados para atisbar las probabilidades de lluvia, sol, viento o niebla han cambiando significativamente a través del tiempo. Los pronósticos se hacen después de recolectar la mayor cantidad de datos posibles, entre otros la temperatura, la presión atmosférica y la fuerza y dirección del viento, para determinar patrones y poder tener un diseño de posibles eventos futuros.
En todo caso es bien sabido que la complejidad de los eventos naturales y procesos meteorológicos hacen que los pronósticos sean menos precisos cuanto mayor sea el rango temporal que se desea cubrir.
Estados del tiempo
Entre las posibles opciones que nos puede presentar un pronóstico del tiempo podemos encontrar posibilidades como soleado, escasa nubosidad, nubosidad variable, mayormente nublado, nublado, llovizna, chubasco, lluvia, lluvia intensa, precipitaciones, tormentas, nevadas, aguanieve, vientos (en kilómetros por hora), bruma, calina o calima, nieve, neblina, etcétera.
El pronóstico de la lluvia
Existen numerosas técnicas para la predicción de la lluvia, con diferentes tiempos y para zonas de varios tamaños. Las imágenes de satélites meteorológicos son una herramienta importante en estas técnicas. Actualmente se utilizan técnicas de cuatro tipos:
- 1.- Técnica de índice de nubes: se basa en la identificación de nubes de lluvia con imágenes de satélite y se le asigna una intensidad a cada nube.
- 2.- Técnicas bi-espectrales: combinan información de dos canales y tienen en cuenta las nubes frías y brillantes que son las que producen más lluvia.
- 3.- Técnicas de ciclo de vida: se basa en el ciclo de vida de una nube y la cantidad de agua susceptible de convertirse en lluvia que tiene en ese momento.
- 4.- Técnicas de modelo de nubes: estas técnicas incorporan a la información de satélites de las nubes la información de las condiciones ambientales que las rodean. Son las técnicas con mayor información.
Factores que influyen en la duración de la lluvia
La duración de la lluvia se ve influenciada por la velocidad de movimiento de la nube, su tamaño y su forma. Las lluvias más fuertes y que provocan inundaciones vienen dados por sistemas nubosos que se desplazan muy lentamente.
No debe confundirse duración con intensidad. La intensidad de la lluvia se refiere a la magnitud del flujo de agua que cae. En este caso la intensidad se ve influenciada por el flujo de humedad vertical del aire. Si el aire asciende rápidamente existen más probabilidades de que se produzca lluvia intensa.
Como interpretar las predicciones
Cuando el sistema meteorológico de una región anuncia que existe un 50% de probabilidades de lluvia, a muchas personas puede parecerles una obviedad sin trascendencia ni utilidad real. Eso se debe a que estamos acostumbrados a interpretar un 50% como partes iguales de sí o no. Pero en realidad, el porcentaje del 50% significa que con condiciones atmosféricas similares a las presentes, en el pasado llovió 5 veces de un total de 10.
También se debe recordar que las probabilidades de acertar disminuyen a medida que nos alejamos en el tiempo. Un pronóstico para las próximas dos horas tendrá una certeza de más del 90% en el mejor de los casos. Actualmente, gracias a la velocidad con la que los sistemas de predicción pueden enviar la información de los satélites, es posible actualizar las predicciones cada par de horas y tener predicciones más acertadas cada vez.
Referencias
Artificial Inventive (s/f). Como Google pronostica el clima de las próximas horas. Disponible en: https://www.artificialinventive.com/como-google-pronostica-el-clima-de-las-proximas-horas/
Rivera, J. (2021). Predicción meteorológica de la lluvia. Disponible en: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/6981/07CAPITOL4.pdf?sequence=7&isAllowed=y
