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El término ofiolita fue propuesto en 1813 por el mineralogista francés Alexandre Brongniart. Proviene de las palabras ophios (serpiente) y lithos (roca), que hacen alusión al aspecto de piel de serpiente de estas asociaciones de rocas, halladas por primera vez en los Alpes italianos.
Más tarde, en 1910, las ofiolitas fueron definidas como rocas provenientes de erupciones submarinas de lava, emitidas sobre el fondo oceánico durante el periodo eoceno, hace unos 56 millones de años. A partir de esta definición, fueron reconocidas durante más de medio siglo como asociaciones rocosas provenientes del magma. Sin embargo, entre 1963 y 1973, varios hallazgos determinaron que también están formadas por rocas de la corteza oceánica y que constituyen fragmentos alóctonos, es decir, que se han desplazado desde su origen, como resultado de movimientos tectónicos. La tectónica de placas es una teoría según la cual las placas litosféricas se mueven muy lentamente unas encima de las otras, gracias a que se encuentran sobre una capa viscosa del manto superior llamada astenosfera.
Actualmente, las ofiolitas se reconocen como fragmentos de litósfera o corteza oceánica fósil, incorporados en las cordilleras orogénicas, es decir, en aquellas formadas por acción de movimientos tectónicos.
Composición de las ofiolitas
Las ofiolitas están formadas por una secuencia de rocas magmáticas (las que se forman a partir del magma), sedimentarias (las que se forman por la acumulación de materia mineral o de restos biológicos) y metamórficas (las que se forman por la transformación de rocas preexistentes bajo determinadas condiciones físicas, químicas, o una combinación de ambas). La secuencia completa desde el tope a la base de una columna de ofiolitas es la siguiente.
- Rocas sedimentarias marinas.
- Rocas magmáticas extrusivas, es decir, que se forman por enfriamiento de lava sobre la superficie terrestre.
- Complejos de diques intrusivos. Los diques constituyen formaciones rocosas tubulares o laminares; son intrusivos si durante su formación se enfrían bajo tierra.
- Gabros masivos, que son rocas magmáticas plutónicas, es decir, intrusivas.
- Cumulatos bandeados ultramáficos-máficos. Los cumulatos consisten en asociaciones de cristales en un magma; son bandeados sin presentan bandas o franjas, ultramáficos si están compuestos principalmente por minerales básicos, y máficos si están compuestos principalmente por hierro y magnesio.
- Peridotitas deformadas, que son rocas provenientes del manto que se cambiado su forma por acción de agentes metamórficos como la temperatura, presión, densidad, entre otros.
Formación de las ofiolitas
El hallazgo de ofiolitas distribuidas a lo largo de las dorsales oceánicas del planeta señala que este sería el ambiente desde el cual se originaron (las dorsales oceánicas son cordilleras submarinas formadas como resultado de movimientos tectónicos). Sin embargo, algunas investigaciones han encontrado indicios de que también se originan en arcos geológicos, que son formaciones como volcanes o islas, producto de la tectónica de placas.
Otro posible origen de las ofiolitas podría ser el desprendimiento de fragmentos de litósfera oceánica que ha sido acrecionada las ofiolitas podría ser el desprendimiento de fragmentos de litósfera oceánica que ha sido acrecionada (o sea, que ha crecido por adición de diversos materiales) y emplazada sobre los márgenes de los continentes menos densos y sobre los arcos de islas en zonas de subducción, es decir, en puntos de hundimiento de una placa bajo el borde de otra.
Clasificación de las ofiolitas
Una revisión reciente de las ofiolitas propuso clasificarlas, de acuerdo con su lugar de formación, en siete tipos diferentes:
- Las ofiolitas de tipo ligur se formaron durante la apertura temprana de una cuenca oceánica como la del actual Mar Rojo, ubicado entre África y Asia.
- Las ofiolitas de tipo mediterráneo se formaron durante la interacción de dos placas oceánicas, como la que originó el ante-arco de Izu-Bonin, ubicado al sur de Tokio. Un ante-arco es la región comprendida entre una fosa oceánica y el arco volcánico asociado.
- Las ofiolitas de tipo Sierran reflejan eventos de subducción como los que originaron el arco de las islas Filipinas.
- Las ofiolitas de tipo chileno se formaron en una zona de extensión de un arco posterior, como el del actual Mar de Andaman, al sur de Birmania.
- Las ofiolitas de tipo Macquarie se formaron en el entorno de una cresta oceánica como la que originó la isla Macquarie en el océano Austral, que es el cuerpo de agua que rodea a la Antártida.
- Las ofiolitas de tipo caribeño representan la subducción de mesetas oceánicas o grandes provincias ígneas.
- Las ofiolitas de tipo franciscano son piezas acumuladas de corteza oceánica que se raspan de la placa subducida en la placa superior, como en el Japón actual.
¿Por qué las ofiolitas tienen apariencia de piel de serpiente?
Las ofiolitas tienen un aspecto de piel de serpiente debido a que las rocas que originalmente las componen experimentan un fenómeno llamado serpentinización, durante el cual hay una conversión de los materiales primarios a los del grupo de la serpentina. La serpentina es un mineral formado por la asociación de otros como la antigorita, que se organiza en láminas, y crisolito, que forma masas que ocupan las grietas de la roca.
Aspectos de interés científico y económico de las ofiolitas
El estudio de las ofiolitas plantea aspectos sorprendentes sobre la tectónica de placas, como los procesos por los cuales la corteza oceánica puede emplazarse sobre materiales continentales, que están más elevados.
Además, el análisis de las ofiolitas aporta información sobre el proceso de formación y la edad de cordilleras, volcanes, dorsales oceánicas e islas. También, ofrece indicios sobre el cierre de océanos que estaban en medio de placas continentales que colisionaron.
Por otra parte, los componentes de las ofiolitas tienen aplicación industrial y agrícola: la serpentina suele utilizarse en el tallado de esculturas y como sustrato para el cultivo de plantas acumuladoras de níquel. Estas plantas han llamado la atención de los científicos por su potencial uso como limpiadoras de suelos contaminados por metales pesados.
Fuentes
Florentino Díaz García, Ricardo Arenas, José R. Martínez Catalán, José González del Tánago y Greg R. Dunning. La evolución tectónica de la ofiolita del Careón (Orógeno Varisco, NW España). Departamento de Geología – Universidad de Oviedo: 67-78, 1998.
Instituto Superior de Correlación Geológica. Dorsales Oceánicas. Miscelánea, 18: 229-244, 2010.
Juteau, T. (18 de marzo de 2009). La corteza oceánica actual y fósil (ofiolitas). Evolución histórica del concepto de ofiolita a lo largo de más de dos siglos de geología. [Segunda conferencia]. Ciclo de Conferencias de la Facultad de Ciencia y Tecnología, Universidad del País Vasco/EHU. Departamento de Mineralogía y Petrología.