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Una primer aproximación al concepto de omnívoro es que se refiere a los organismos que se nutren de más de un tipo de alimento. Son omnívoros los osos, las pirañas, las arañas y los seres humanos, entre muchos otros organismos.
Una definición más precisa establece que un organismo omnívoro es el que tiene una estrategia de alimentación en la que ingiere alimentos de dos o más niveles tróficos; por ejemplo, plantas y organismos herbívoros (es decir, animales que se alimentan sólo de plantas), u organismos herbívoros y sus predadores. Esta estrategia de alimentación es empleada por muchos organismos, y es ubicua en la naturaleza; en contra de lo que se pensaba hasta la década de 1980, los organismos omnívoros son la regla, no la excepción. Y ello conlleva una marcada complejidad en el estudio de los ecosistemas naturales.
Tramas tróficas y organismos omnívoros
Pero, ¿qué significa que ingiere alimentos de dos o más niveles tróficos? Los ecosistemas naturales se estructuran en lo que se llama trama o red trófica, que básicamente representa quién se come a quién en ese ecosistema. Es una representación de las relaciones entre todos los organismos del ecosistema que permite estudiar cómo se transfiere la energía que cada organismo necesita para vivir y desarrollarse, y que obtiene de su alimento; cómo se transfieren los nutrientes necesarios para las funciones biológicas de cada organismo, y también, por ejemplo, cómo se transfieren entre los organismos contaminantes que hayan ingresado al ecosistema y que se hayan acumulado en los tejidos u órganos de los animales. La base de la trama trófica la constituyen los productores primarios, es decir, los organismos que generan materia orgánica utilizando la energía solar, mediante la fotosíntesis. Las plantas en los ecosistemas terrestres, o las algas y el fitoplancton en los ecosistemas acuáticos son los productores primarios. El siguiente nivel trófico está integrado por los organismos herbívoros, aquellos animales que sólo se alimentan de productores primarios. Y los niveles tróficos superiores están constituidos por animales carnívoros, predadores, que se alimentan de otros animales herbívoros o carnívoros. El nivel trófico más alto está integrado por los predadores tope o súperpredadores, aquellos animales que no tienen un predador que se alimente de ellos. Entonces, de acuerdo a la definición, un animal omnívoro se puede alimentar de dos o más niveles tróficos, y muchos casos refiere específicamente a que se puede alimentar tanto de presas, en un comportamiento carnívoro, como de productores primarios, plantas, actuando como herbívoro.
Una trama trófica muy sencilla podría estar constituida por el pasto de una pradera (el productor primario), los ciervos que viven en esa pradera y se alimentan del pasto (organismo herbívoro) y un felino que sólo se alimente de los ciervos (el predador; en este ejemplo sencillo también sería el predador tope, ya que no habría otro animal que se alimente de él). Podríamos incorporar también en nuestra sencilla trama trófica algún parásito de los ciervos, una garrapata por ejemplo, para ejemplificar la tercera forma típica de alimentación en los ecosistemas naturales, constituida por estos tres tipos de animales herbívoros, carnívoros y parásitos. Las tramas tróficas naturales son mucho más complejas, y las estrategias de alimentación omnívoras aumentan su complejidad. Los organismos omnívoros tienen más alternativas de alimentación frente a la escasez de alimento, y mayores y mejores posibilidades de adquirir nutrientes y alimentos de buena calidad al diversificar su fuente de comida. En comparación con otros competidores naturales, los predadores omnívoros son más resistentes a las perturbaciones y estabilizan las tramas tróficas debido a su capacidad para alimentarse tanto de plantas como de presas herbívoras o de otros animales. Se considera que las estrategias de alimentación omnívoras contribuyen a la estabilidad y a la madurez de los ecosistemas, y se establecen índices que cuantifican el nivel de omnivoría de un ecosistema para medir la complejidad de un ecosistema y así evaluar su desarrollo y nivel de madurez.
Animales omnívoros
Muchos mamíferos son omnívoros, como varias especies de osos y suinos (cerdos y pecaríes); también lo son varias especies de roedores y aves, peces como las pirañas y reptiles como las tortugas. Hay varios ejemplos de animales omnívoros entre los artrópodos, como algunas especies de escarabajo, arañas, insectos y ácaros, que puede alimentarse de presas y de productos vegetales como hojas, polen y néctar.
La estrategia de alimentación omnívora puede ser de tres tipos; oportunista, obligatoria o adaptada en base a la importancia relativa de alimentarse de productores primarios o de presas. La relación entre la participación de productores primarios y de presas en la alimentación omnívora depende del momento de desarrollo del organismo y de las circunstancias y del lugar donde se encuentra dicho organismo. Un ejemplo de la capacidad de adaptación de los organismos omnívoros, en particular de los predadores omnívoros, es su uso en el control de plagas en cultivos de invernaderos. Pueden alimentarse de plantas pero al ingresar una plaga al cultivo pueden modificar su dieta y alimentarse de la especie invasora.
La evolución de animales carnívoros a omnívoros
Varias especies de animales omnívoros tienen ancestros carnívoros, lo que revela una adaptación de los hábitos alimenticios. Es el caso de algunas especies de osos, mapaches, cacomixtles y coatíes. En la mayoría de los casos son animales de tamaño pequeño o mediano, que no exceden los 20 kg, apreciablemente más pequeños que sus antecesores. Esto se asocia al alto requerimiento de energía de estos animales y a la baja eficiencia en la digestión de las plantas en relación a la ingestión de proteínas animales, limitando así el tamaño de los animales en la evolución. Los osos son la excepción, ya que han evolucionado de sus ancestros carnívoros a su presente omnívoro con tamaños que superan los 100 kg. Una explicación es que la demanda de energía de animales tan grandes es modulada por su capacidad de hibernar, permitiendo así la evolución de carnívoros a omnívoros con un aumento de su tamaño. Sin embargo, el argumento no es suficiente, ya que otros animales que hibernan y que tienen ancestros carnívoros no han desarrollado grandes tamaños. Otro argumento se sostiene en la evolución de la dentadura de los osos, de su sistema de masticación, que permitió una mejor adaptación a una alimentación combinada de presas y plantas.
Fuentes
Nina Xiaoning Zhang, Jorg G Stephan, Christer Bjorkman and Adriana Puentes. Global change calls for novel plant protection: reviewing the potential of omnivorous plant-inhabiting arthropods as predators and plant defence inducers. Current Opinion in Insect Science 47:103–110, 2021.
Qigao Jiangzuo,John J. FlynnThe Earliest Ursine Bear Demonstrates the Origin of Plant-Dominated Omnivory in Carnivora iScience 23,101235, 2020. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/