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Charles Darwin (1809-1882) nació en el seno de una familia pudiente de Shrewsbury, Inglaterra. Su padre, Robert Darwin, era médico, y su madre, Susannah Wedgood, pertenecía a una familia adinerada. Charles fue el cuarto de seis hermanos. Se hizo conocido en 1839 al publicar las memorias de su expedición a Suramérica, en la que halló varias especies que hasta entonces eran desconocidas en Europa. Luego, a sus 50 años, volvió a ser el centro de atención de la comunidad científica al publicar su teoría sobre el origen de las especies.
A continuación se mencionan algunos datos interesantes sobre el hombre detrás de la teoría de la evolución y la selección natural.
Trauma de la infancia
Susannah Wedgood murió en 1817 a los 52 años, cuando Charles tenía 8 años. Su padre, Robert Darwin, quien promovía las buenas costumbres y el recato, instauró en casa las reglas del ocultamiento del dolor y del muro del silencio. Estas medidas hicieron que Charles aprendiera a guardarse o ignorar sus sentimientos y creó un vacío de recuerdos respecto a su madre y a su muerte. Este “duelo no hablado” tuvo honda repercusión sobre la vida emocional de Charles, siendo uno de los determinantes de su futura vulnerabilidad.
Joven coleccionista
Durante todo su período escolar, Darwin mantuvo una notable curiosidad por la naturaleza y por objetos coleccionables de todo tipo. Fue un singular observador y coleccionista de plantas, minerales y animales, especialmente insectos y moluscos. También se interesaba por objetos como estampillas y sellos.
Estudiante con desempeño bajo
Charles Darwin no era un estudiante sobresaliente; el estudio del latín y el griego lo aburrían tanto que sus notas eran bajas. A los 16 años su padre lo matriculó en la Universidad de Edimburgo para estudiar medicina, carrera que abandonó menos de dos años después, al descubrir que no toleraba la sangre ni el dolor que se le infringía a los pacientes durante las cirugías debido a la ausencia de la anestesia en esa época.
Al dejar la medicina tuvo que buscar otra carrera y decidió convertirse en clérigo de la Iglesia, teniendo en cuenta su pasión por la observación de la naturaleza y la larga tradición de vicarios rurales anglicanos involucrados con la historia natural, tema que lo apasionaba. Aunque tampoco se desempeñó como clérigo, fue en ese campo se abrió paso dentro de las ciencias geológicas.
Antes de evolucionista, geólogo
La primera reputación de Darwin como científico se dio en el campo de la geología, no en historia natural. Antes de hacer su excursión por Suramérica y durante ella, se interesó por la formación y el cambio en los continentes, razón por la que durante las décadas de 1830 y 1840 formó parte de la Sociedad Geológica de Londres y se desempeñó como su secretario durante un tiempo.
El dilema del matrimonio
A los 30 años Darwin empezó a pensar en casarse, para lo que hizo una lista de ventajas y desventajas. Entre los beneficios incluyó tener hijos y estar acompañado constantemente por una suave y agradable mujer; en los perjuicios mencionó la pérdida de tiempo, las peleas y la obligación de visitar a los parientes.
Como la tradición dictaba que los aristócratas debían casarse entre familias cercanas, se acercó a su tío materno para pedirle la mano de su prima hermana, Emma Wedgwood (1808-1896). La pareja se caracterizó por el amor mutuo y por la protección y cuidados de Emma hacia Charles, quien llevó una vida de enfermedad y aislamiento desde el inicio del matrimonio hasta su muerte en 1882.
Una diferencia reconciliable
Emma era una mujer tranquila, carismática y maternal. Sin embargo, el compromiso con Charles se vio en peligro porque a ella, siendo cristiana, le preocupaba que la falta de fe de su futuro esposo lo condenara al infierno. A pesar de que la pareja pasó esta diferencia por alto al casarse, impactó en algunos aspectos de su vida matrimonial. Por ejemplo, Charles postergó la publicación de su teoría sobre el origen de las especies durante 20 años para evitar las tensiones sociales que podrían enfrentar Emma y sus hijos, debido a que sus postulados serían considerados inmorales por la comunidad y lo pondrían a él y a su familia en el ojo público.
Padre devoto
A pesar de que dedicaba mucho tiempo a escribir acerca de sus estudios, Darwin siempre atendía y jugaba con sus hijos. Era un padre cariñoso y sensible frente al sufrimiento que sus niños podrían experimentar, tanto que ellos muchas veces preferían no mostrarle sus heridas de juego para evitar que su padre se sintiera abatido. De los 10 hijos que tuvo, 7 llegaron a adultos.
Neurótico, discapacitado y enfermizo
Luego de volver de su expedición por Suramérica, Darwin pasó el resto de su vida en estado de discapacidad, trabajando solo unas pocas horas al día y bajo el cuidado de su esposa Emma. Sin embargo, sus síntomas no se relacionan con una enfermedad orgánica de manera clara, lo que sugiere que sus padecimientos eran psicosomáticos o manifestaciones de ira producto de la represión de su padre.
Entre las dolencias de Darwin se han reportado fatiga crónica y cansancio, ataques de pánico, problemas gastrointestinales, náuseas, vómitos, mareos, dolores de cabeza, temblores musculares, insomnio, dolor de articulaciones, erupciones en la piel, úlceras bucales, taquicardia, una respuesta inmune deficiente, depresión y trastorno de ansiedad. Varias de estas aflicciones se han estudiado a fondo en el siglo posterior a su muerte, por lo que en la época no existían herramientas para tratarlas.
Controversias sobre su muerte
La causa del deceso de Darwin es equívoca y controversial dentro de la comunidad científica, debido a lo inespecífico de sus síntomas. Dentro de las potenciales causas con las que la ciencia médica ha tratado de explicar los malestares de Darwin, se han mencionado:
- La enfermedad intestinal inflamatoria crónica o enfermedad de Crohn, evidenciada en los problemas intestinales que lo aquejaron en su vida adulta.
- El mal de Chagas, que se contrae por la picadura de un insecto y que se cree que contrajo durante su expedición a Brasil o Argentina.
- Intolerancia sistémica a la lactosa, ya que varios de sus síntomas digestivos se desencadenaban luego del consumo los desayunos con leche o de los postres que le preparaba Emma.
- Otras posibles causas son el lupus eritematoso, el envenenamiento por arsénico, las alergias múltiples y síndrome del ciclo del vómito.
Aclarar la muerte de Darwin implicaría la toma de muestras de ADN de sus restos, los cuales reposan en la abadía de Westminster, trámite que no parece posible por ahora.
Fuentes
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Sánchez, L. La muerte de Charles Darwin. Ecofronteras: 18-20, s.f.
Schnack, J. La azarosa vida de un naturalista sensible. Charles Darwin (1809-1882). Anales ANAV: 354-398, 2016.
