Tabla de Contenidos
Una población es un conjunto de individuos de la misma especie que conviven y se reproducen entre sí; por ejemplo, un cardumen (o sea, un conjunto de peces) es una población. A su vez, las poblaciones que interactúan en el mismo espacio forman comunidades. Los peces, las esponjas, las algas y los corales son ejemplos de poblaciones que conforman la comunidad del arrecife.
Ahora bien, el conjunto de comunidades y las condiciones del espacio en el que estas habitan y con las que se relacionan forman ecosistemas. Por ejemplo, las comunidades que viven en el arrecife y las condiciones de salinidad, profundidad, temperatura, entre otras, establecen un ecosistema.
Los ecosistemas pueden ser terrestres o acuáticos. Estos últimos son todos aquellos que están asociados con cuerpos de agua como ríos y océanos. Se clasifican en ecosistemas de agua dulce y ecosistemas marinos.
Los ecosistemas de agua dulce
Los ecosistemas de agua dulce son continentales, es decir, se extienden sobre la superficie de los continentes. Dos denominaciones comunes de estos ecosistemas son lóticos y lénticos.
- Los ecosistemas lóticos, como los arroyos y los ríos, se caracterizan por la corriente de sus aguas, aguas que a su vez trazan un curso en una dirección definida. El curso puede ser alto, medio o bajo. En el curso alto, los ríos son estrechos y la corriente tiende a ser fuerte; en el curso medio, el caudal (es decir, el volumen de agua que corre) disminuye; y, en el curso bajo, el agua circula por un terreno más plano.
- Los ecosistemas lénticos, como los lagos y las lagunas, se caracterizan por sus aguas relativamente estancadas. En estos, el agua puede circular del fondo hacia la superficie, lo que permite el tránsito de nutrientes y oxígeno y regula la temperatura.
Un tipo particular de ecosistema de agua dulce son zonas pantanosas llamadas humedales, ya que se forman por la acumulación de agua en zonas planas que se inundan temporal o permanentemente y pueden tener agua que corre o se queda estancada.
Las comunidades típicas de los ecosistemas de agua dulce son diversas: puede encontrarse una variedad de especies de truchas, algas, bacterias, hongos y, por supuesto, peces.
Los ecosistemas marinos
Los ecosistemas marinos no son continentales, es decir, abarcan ambientes que van desde las costas hasta las profundidades del océano, más allá de las plataformas continentales; también se caracterizan por su elevada concentración de sales. Según la distancia a la costa, los ecosistemas marinos cambian:
- En la zona más cercana a la playa, llamada litoral, se encuentran los estuarios. También conocidos como ecosistemas acuáticos de interfase, son poco profundos y tienen una mezcla de agua dulce y salada. Se dividen en manglares y marismas. Los manglares son ecosistemas ubicados en las regiones tropicales del planeta y reciben su nombre por la presencia predominante de un árbol llamado mangle; mientras, los marismas se ubican en zonas de clima templado.
- En la zona que va desde el litoral hasta el borde de la plataforma continental, llamada sublitoral, se encuentran pastos marinos y arrecifes de coral. Los pastos marinos se desarrollan sobre fondos arenosos o fangosos y albergan variedad de algas, tortugas, erizos y cangrejos; los arrecifes de coral son ecosistemas con una alta biodiversidad, cuyas aguas son cristalinas, poco profundas y cálidas, y en ellas abundan no solo corales, sino variedad de peces, moluscos, crustáceos y esponjas, entre otros.
- Mar adentro, más allá del borde de la plataforma continental, se encuentra la zona oceánica, en donde la diversidad es más baja que en las zonas litoral y sublitoral.
Las características de los individuos en las comunidades acuáticas
Las poblaciones que forman las diversas comunidades acuáticas presentan características comunes que les permiten vivir en estos ambientes, las cuales se denominan adaptaciones. Algunas de estas adaptaciones, en el caso de muchas plantas acuáticas, son:
- Hojas delgadas, debido a la ausencia de una capa protectora llamada cutícula que sí presentan las plantas terrestres y que les ayuda a no deshidratarse.
- Raíz incipiente o inexistente, debido a que muchas de estas plantas flotan; las que no flotan no dependen de esta estructura para absorber agua y nutrientes tanto como las plantas terrestres.
- Ausencia de estomas en plantas sumergidas y escasos estomas en plantas flotantes. Esto es porque no necesitan hacer intercambio gaseoso a través de estas estructuras.
Por otra parte, algunas adaptaciones en muchos animales acuáticos son:
- Extremidades en forma de aletas y cuerpos hidrodinámicos, para facilitar su desplazamiento en el agua.
- Órganos respiratorios consistentes en branquias que extraen el oxígeno del agua, excepto en mamíferos acuáticos como las ballenas.
- Varios animales marinos cuentan con un mecanismo de osmorregulación en el que pierden agua por ósmosis y compensan la pérdida al beber agua salada y excretar sal a través de la superficie branquial; en animales de agua dulce ganan agua por ósmosis y orinan abundantemente. La ósmosis es un mecanismo por el cual el agua circula a través de las membranas celulares.
Fuentes
Biggs, A., Hagins, W.C., Holliday, W.G., Kapicka, C.L., Lundgren, L., Haley, A., Rogers, W.D., Sewer, M.B., Zike, D. Biología. Glencoe/McGraw-Hill., México, 2011.
Curtis, H., Barnes, N.S., Schnek, A., Massarini, A. Biología. 7ª edición. Editorial Médica Panamericana., Buenos Aires, 2013.