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El sudor o transpiración está compuesto, principalmente, por agua, minerales como sodio, potasio, magnesio, y compuestos bioquímicos como aminoácidos, entre otros. Sin embargo, su cantidad y composición química varían según la constitución y la salud de cada persona.
¿Qué es el sudor?
El sudor o transpiración es una función fisiológica vital para nuestro organismo. Se trata de un líquido o secreción que producen las glándulas sudoríparas distribuidas por todo nuestro cuerpo. De las glándulas pasa a través de los poros de la piel, mezclándose con el sebo que generan las glándulas sebáceas, originando una fina capa o emulsión que recubre la superficie cutánea. De esta forma, no solo protege, hidrata y suaviza la piel, sino que también mantiene la temperatura corporal gracias a su efecto refrigerador, y aporta otros beneficios para el funcionamiento saludable del organismo.
¿Cuándo y por qué se produce el sudor?
Los seres humanos tenemos una temperatura promedio constante de entre 36 y 37° C. Cuando por alguna razón esta temperatura habitual aumenta, el cuerpo reacciona para estabilizarla a través de la transpiración. Al evaporarse, el sudor ayuda a refrescar y regular la temperatura del organismo.
Los aumentos de la temperatura corporal pueden ocurrir debido al ejercicio físico, una temperatura ambiental alta, o bien a fiebre, ansiedad u otros transtornos. Aunque la función principal del sudor es la regulación de la temperatura corporal, este también tiene otras funciones importantes para la salud:
- Eliminación de toxinas y sustancias de desecho.
- Hidratación de la piel.
- Barrera natural contra virus, gérmenes, bacterias y hongos.
- Capa protectora como repelente de insectos.
- Protección natural contra la radiación solar.
La cantidad de sudor que producen algunas personas es mayor o menor de lo normal. Estos casos se conocen como hiperhidrosis, que es la producción excesiva de sudor, e hipohidrosis, cuando la producción de sudor es escasa o inexistente. Ambos trastornos generan problemas para la salud y la calidad de vida de las personas que los sufren.
Tipos y composición química del sudor
Existen dos tipos de sudor, según las glándulas sudoríparas que lo producen. Las glándulas ecrinas están distribuidas por toda la superficie corporal, aunque se concentran sobre todo en las palmas de las manos, las plantas de los pies, la frente, el rostro y el pecho. La transpiración ecrina está formada por agua, ácidos, urea y minerales.
El segundo tipo de sudor proviene de las glándulas apocrinas. Además de los componentes mencionados antes, el sudor que producen también contiene material orgánico, como fragmentos de células, grasas, bases nitrogenadas, aminoácidos y otras sustancias. Las glándulas apocrinas están ubicadas en las axilas, las areolas mamarias, los conductos auditivos y los genitales.
Comúnmente, el sudor se compone de un 95% de agua y otras sustancias que favorecen la hidratación natural de la piel, y ácido urocánico, un filtro natural que nos protege de la radiación solar. En general, el sudor contiene los siguientes minerales: potasio, sodio, cloro, fósforo calcio, magnesio; aminoácidos, proteínas, lípidos, ácido láctico y urea, así como zinc, cobre, hierro, cromo, níquel, y plomo, entre otros.
Si se toma una muestra de 10 g sudor y se analiza, su composición química suele ser, aproximadamente:
- 0,34-1,6 g de azoados (derivados del nitrógeno).
- 0,04-0,1 g de sales cálcicas.
- 0.3-0,5 g de sales potásicas.
- 2-5 g de cloruro sódico.
- 2-5 g de ácido láctico.
- 5,1-9,0 g de agua.
Sin embargo, la composición de la transpiración de una persona puede variar según diferentes factores, como la alimentación, la bebida, el ejercicio, la fiebre, la existencia de una enfermedad, el uso de medicamentos, y otros.
Mitos sobre el sudor
Existen algunos mitos con respecto al sudor. Los más comunes son:
- El olor del sudor: es de conocimiento popular que el sudor tiene mal olor. Sin embargo, el sudor en si mismo no huele. En la mayoría de los casos, el mal olor que sentimos al sudar se debe a las baterias que están presentes en el organismo e interactúan con las sustancias del sudor. Cuando este llega a la epidermis, las bacterias descomponen algunos de sus componentes causando mal olor. En otras ocasiones, principalmente en la adolescencia, los cambios hormonales también influyen en olor del sudor.
- El sudor y la pérdida de peso: muchas personas creen que sudar más equivale a una mayor pérdida de peso. Esto no es del todo cierto, ya que si bien realizar actividades físicas en las que transpiramos sí ayuda a bajar de peso, el sudor por sí solo no elimina la grasa acumulada. Aunque después de una sesión de entrenamiento con mucho sudor se puede notar una leve disminución del peso, esto simplemente se trata de la eliminación de líquidos a través de la transpiración.
- ¿Se puede evitar el sudor?: aunque suele ser algo molesto, el sudor es vital para el funcionamiento corporal y no se puede ni se debe evitar. Sin embargo, sí que se puede controlar con el uso de productos antitranspirantes, que bloquean su producción en ciertas zonas de la piel. También, se pueden utilizar otros productos cosméticos como los desodorantes, que eliminan o disimulan el olor a transpiración.
Bibliografía
- Barría, K.; Carreño, N.; Tieppo, L. Hiperhidrosis: Evaluación, cuantificación y tratamiento con iontoforesis. (2012). España. Editorial académica española.
- Teja Angulo, J. Vivir sin sudor: Una guía para superar la hiperhidrosis. (2020). España. Edición kindle.