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La principal diferencia entre los compuestos orgánicos e inorgánicos es que los primeros siempre contienen carbono (C), mientras que la mayoría de los compuestos inorgánicos no poseen el mencionado elemento químico. Un ejemplo de compuesto orgánico es el ácido láctico, y de compuesto inorgánico, la sal de mesa.
Los compuestos orgánicos
Los compuestos orgánicos e inorgánicos forman la base de la química. Para comprender mejor en qué consisten estos grupos de compuestos, es necesario conocer sus características y las diferencias entre ellos.
Los compuestos orgánicos son moléculas que contienen carbono (C), y forman enlaces de carbono-carbono o carbono-hidrógeno. En muchos casos, también contienen oxígeno, nitrógeno, azufre, fósforo, boro, y otros elementos.
La principal característica de estas sustancias es que son combustibles, es decir, se pueden quemar. La mayoría de los compuestos orgánicos se producen de forma natural, pero también existen compuestos orgánicos artificiales que se crean a partir de una síntesis química en laboratorios.
Las moléculas orgánicas se pueden dividir en dos grupos:
- Moléculas orgánicas naturales: son las que sintetizan los seres vivos. Se conocen como biomoléculas, y son el objeto de estudio de la bioquímica. En este grupo también se incluyen los compuestos derivados del petróleo, como los hidrocarburos.
- Moléculas orgánicas artificiales: son sustancias que no existen en la naturaleza. Se fabrican o sintetizan en laboratorios o industrias. Un ejemplo de este tipo de compuestos son los plásticos.
Aunque los organismos vivos producen la mayoría de los compuestos orgánicos, estos también se pueden formar a través de otros procesos en los que interfiere la radiación solar, que puede proporcionar la energía necesaria para producir compuestos orgánicos a partir de otros inorgánicos.
Ejemplos de compuestos orgánicos
En la naturaleza existen numerosos compuestos orgánicos. Algunos de los más comunes son:
- Ácido desoxirribonucleico (ADN)
- Azúcar de mesa o sacarosa (C12H22O11)
- Fructosa (C6H12O6)
- Metano (CH4)
- Etanol (C2H6O)
- Celulosa (C6H10O5)
- Glicerina (C3H8O3)
- Lactosa (C12H22O11)
Además, hay algunos pocos compuestos orgánicos que no contienen enlaces carbono-hidrógeno, por ejemplo, el tetracloruro de carbono (CCl4).
Los compuestos inorgánicos
Los compuestos inorgánicos son aquellos que están formados por distintos elementos. A diferencia de los compuestos orgánicos, su componente principal no es siempre el carbono. Algunos ejemplos de compuestos inorgánicos son los óxidos, los carbonatos, los sulfatos y los haluros.
Generalmente, los compuestos orgánicos se producen como resultado de distintos fenómenos físicos y reacciones químicas. Por ejemplo, a través de la fusión, la electrólisis, y otros procesos. Además, otras sustancias que pueden dar lugar a estos compuestos son la energía solar, el agua y el oxígeno.
Los compuestos inorgánicos también se caracterizan por tener puntos de fusión altos.
Ejemplos de compuestos inorgánicos
Algunos ejemplos comunes de compuestos inorgánicos son:
- Cloruro de sodio (NaCl) o sal común
- Agua (H2O)
- Amoniaco (NH3)
- Cloruro de plata (AgCl)
- Cal (CaO)
- Bicarbonato de sodio (NaHCO3)
- Cloruro de plata (AgCl)
- Sulfato de hierro (FeSO4)
Bibliografía
- Vox. Química. (2019). España. Editorial Vox.
- Talbot, C.; Harwood, R.; Coates, C. Química. (2015). España. Editorial Vicens Vives.
- Petrucci, R. Química general. (2017). España. Pearson.