Biografía de Edmund Cartwright, inventor inglés

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Edmund Cartwright nació en Nottinghamshire, Inglaterra, el 24 de abril de 1743, y murió en Sussex, también en Inglaterra, el 20 de octubre de 1823. Fue clérigo e inventor ; patentó el primer telar mecánico y una versión mejorada del telar manual, y diseñó una máquina para peinar lana y un instrumento para hacer cuerdas.

Edmund Cartwright se graduó en la Universidad de Oxford y se casó con Elizabeth McMac cuando tenía 19 años. El padre de Edmund Cartwright era religioso, por lo que adoptó la misma vocación convirtiéndose en clérigo, inicialmente en Goadby Marwood, en Leicestershire. En 1786 se conviertió en dignatario de la Catedral de Lincoln, cargo que ocupó hasta su muerte. Edmund Cartwright tuvo cuatro hermanos que también tuvieron actividades destacadas. John Cartwright fue oficial naval y luchó por reformas políticas en el parlamento británico, mientras que George Cartwright fue un comerciante que exploró Terranova y la península del Labrador.

El inventor

Edmund Cartwright fue un inventor que empezó a desarrollar esta vocación a los 40 años. Después de visitar las hilanderías de algodón de Richard Arkwright, en Derbyshire, tuvo la idea de crear una máquina para tejer. Aunque no tenía experiencia y mucha gente pensaba que sus ideas eran tonterías, Edmund Cartwright, con la ayuda de un carpintero, pudo concretar su idea. Completó el diseño de su primer telar mecánico en 1784 y obtuvo la patente de su invención en 1785.

El telar mecánico de Edmund Cartwright. Imagen del Textile Mercury, una publicación de Manchester.
El telar mecánico de Edmund Cartwright. Imagen del Textile Mercury, una publicación de Manchester.

El primer diseño de Edmund Cartwright no tuvo éxito, pero continuó mejorándolo hasta que desarrolló una máquina que producía tejidos. Construyó en Doncaster una instalación para fabricar los telares mecánicos que había diseñado, pero como no tenía experiencia ni conocimientos como empresario industrial, no logró comercializar sus telares mecánicos y utilizó la fábrica para desarrollar nuevos inventos. En 1789 inventó una máquina para peinar lana, al tiempo que continuó mejorando su diseño de telar mecánico, y en 1792 patentó otro de sus inventos.

Por su impericia en el manejo comercial de su fábrica de telares mecánicos, el negocio quebró en 1893 y Edmund Cartwright tuvo que cerrar la fábrica. Vendió 400 telares a una empresa de Manchester pero perdió el resto cuando su fábrica se incendió. En bancarrota y sin medios, Edmund Cartwright se mudó a Londres en 1796, donde trabajó en otras ideas. Inventó una máquina de vapor que utilizaba alcohol, y una máquina para hacer cuerdas. También ayudó a Robert Fulton con sus barcos a vapor, y trabajó en ideas para entrelazar ladrillos y para construir entarimados ignífugos.

Aunque muchos de los inventos de Edmund Cartwright no tuvieron éxito, su trabajo fue reconocido por la Cámara de los Comunes por los beneficios que produjo su telar mecánico. Los legisladores otorgaron al inventor un premio de 10.000 libras esterlinas por sus contribuciones.

Las mejoras del telar mecánico y su importancia

El telar mecánico diseñado por Edmund Cartwright necesitaba ser mejorado, y varios inventores aceptaron el desafío; fueron el inventor escocés William Horrocks y el estadounidense Francis Cabot Lowell los que introdujeron mejoras significativas. El uso del telar mecánico se expandió a partir de 1820, siendo operado sobre todo por mujeres en las fábricas textiles.

Francis Cabot Lowell, un rico comerciante de Boston, se dio cuenta de que para que los Estados Unidos pudiera mantenerse actualizados respecto a la producción textil de Inglaterra, donde los telares mecánicos eran utilizados desde principios del siglo XIX, necesitaban incorporar la tecnología británica. Mientras visitaba las fábricas textiles inglesas, Francis Lowell memorizó el funcionamiento de sus telares mecánicos, que se basaban en el diseño de Edmund Cartwright. Y cuando regresó a los Estados Unidos contrató a un diseñador mecánico llamado Paul Moody para que lo ayudara a recrear y desarrollar lo que había visto.

Francis Lowell y Paul Moody lograron así adaptar el diseño británico, y en la fábrica que establecieron en Waltham continuaron mejorando el diseño del telar mecánico. El primer telar mecánico estadounidense se construyó en Massachusetts en 1813. Y con la introducción en la industria textil de un telar mecánico confiable en los Estados Unidos, la confección de tejidos consiguió el mismo ritmo de producción que el hilado. El telar mecánico permitió la fabricación masiva de tejidos a partir de algodón desmotado, una innovación de Eli Whitney.

La invención de Edmund Cartwright fue fundamental en la evolución de la producción textil. La confección de tejidos fue el último paso que se mecanizó en el proceso de producción textil debido a la dificultad de diseñar mecanismos con palancas, levas, engranajes y resortes lo suficientemente precisos como para reproducir la coordinación de la mano y el ojo humanos. El telar mecánico de Edmund Cartwright, aunque defectuoso, fue el primer dispositivo de este tipo que logró ese objetivo, acelerando el proceso de fabricación de todo tipo de telas.

Fuentes

Berend, Iván. An Economic History of Nineteenth-Century Europe: Diversity and Industrialization. Cambridge University Press, 2012.

Cannon, John, Crowcroft, Robert. The Oxford Companion to British History. Oxford University Press, 2015.

Hendrickson, Kenneth E. The Encyclopedia of the Industrial Revolution in World History. Rowman & Littlefield, 2014.

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