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¿Qué pasa si tocamos mercurio metálico líquido con nuestras manos?
El mercurio, elemento de símbolo químico Hg, es un metal pesado de color plateado que posee un bajo punto de fusión y que se encuentra en estado líquido a temperatura ambiente. También es conocido por su alta toxicidad y por los efectos negativos que puede tener sobre el sistema nervioso, el sistema cardiovascular y otros órganos en el cuerpo, incluso en concentraciones muy bajas.
Como prueba de esto está el hecho de que el mercurio o aquellos compuestos que lo contengan, representan uno de los 10 grupos de sustancias de mayor preocupación para la salud pública, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de esto, no es raro recordar algún momento en la vida en el cual un termómetro de mercurio se partió causando un pequeño derrame de mercurio en la casa o en el laboratorio de química del colegio. Tampoco es raro oír historias de personas que solían jugar con gotas de mercurio para dejar la superficie de monedas brillantes o simplemente por el placer de ver el metal líquido caer de una mano a la otra y romperse en incontables gotitas plateadas.
Pero, si el mercurio es tan tóxico, ¿cómo es que estas personas no sufrieron daños irreparables causados por envenenamiento con mercurio? ¿Qué pasa realmente si tocamos mercurio líquido con nuestras manos?
La toxicidad del mercurio
El envenenamiento con mercurio es algo serio. De hecho, la intoxicación aguda con este metal fue causante de un gran número de muertes y de problemas serios de salud que afectaron a más de 50.000 personas en Minamata, Japón durante la primera mitad del siglo XX. Algunos de los síntomas de lo que luego pasó a llamarse «enfermedad de Minamata» incluyen:
- Demencia.
- Dificultad para coordinar las extremidades.
- Dificultad para hablar.
- Problemas de audición y visión, entre otros.
Además, la intoxicación con mercurio (en realidad con un compuesto de mercurio llamado metilmercurio, pero ya llegaremos a ello) es particularmente peligrosa para el feto en gestación. En muchos casos causa la muerte del feto o del bebe poco tiempo luego de nacer, mientras que en la mayoría de los casos en que sobreviven casi siempre presentan degeneración del sistema nervioso con efectos como microcefalia, parálisis cerebral, retraso mental, problemas de deglución y más.
Así que el mercurio no es precisamente benigno. Puede llegar a ser extremadamente peligroso. Pero, ¿por qué no tuvo esos efectos sobre las personas que, como muchos otros, tocamos el mercurio con nuestras propias manos? La razón es que, en lo que a mercurio se refiere, la vía de entrada al cuerpo y la forma cómo entra son determinantes de la toxicidad.
Distintas formas de mercurio
El mercurio se puede encontrar de forma elemental en el medio ambiente, pero también puede formar una gran variedad de compuestos diferentes, algunos orgánicos y otros inorgánicos. Las propiedades químicas de estas diferentes formas de mercurio pueden ser muy diferentes entre sí, por lo que también son diferentes sus toxicidades.
El mercurio elemental puede ocasionar muchos problemas para la salud, pero solo si entra al cuerpo en grandes cantidades, relativamente hablando. En cambio, existe un completo organometálico del mercurio llamado metilmercurio que es cientos de veces más tóxico que el mercurio elemental y que, además, tiende a acumularse en los tejidos en lugar de ser excretado por la orina o por las heces.
El metilmercurio es el verdadero culpable de la enfermedad de Minamata, que fue causada por una fábrica de acetaldehído que estaba descargando sus aguas residuales llenas de metilmercurio directamente en el río Minamata. Se contaminaron a los peces y crustáceos los cuales, a su vez, fueron consumidos por los pescadores locales, sus familias y sus clientes.
La vía de exposición también importa
Además de la forma de mercurio a la que somos expuestos, otro factor determinante del nivel de toxicidad es la vía de exposición al mercurio o sus compuestos. Una de las vías más peligrosas de entrada del metilmercurio al cuerpo es por medio de las vías digestivas, en particular cuando comemos alimentos contaminados con este compuesto.
Vías de entrada del mercurio elemental
Inhalación de mercurio elemental
En el caso del mercurio elemental, la vía más peligrosa de ingreso al cuerpo es por medio de la inhalación de sus vapores. Cuando esto sucede, puede tener algunos de los peores efectos en el sistema nervioso, además de potencialmente causar daños a los pulmones y otros órganos del cuerpo. Esta es una de las principales vías de intoxicación de las personas que trabajan con mercurio elemental como los mineros artesanales de oro.
Exposición por el sistema digestivo
Por otro lado, el mercurio prácticamente no es absorbido por el intestino. En teoría, podríamos bebernos un vaso de mercurio líquido y lo expulsaría prácticamente inalterado, sin dejar ningún daño ni a corto ni a largo plazo. Sin embargo, ¡Esto es algo que jamás deberíamos probar! Es cuestión de sentido común.
Exposición por la piel
Finalmente llegamos a la exposición por medio de contacto con la piel. El lector atento tal vez ya tenga una idea de lo que está a punto de leer. Si el mercurio elemental no se absorbe a través de los intestinos, que son los órganos de absorción por excelencia, es incluso menos probable que se absorba a través de la piel, cuya función principal es justamente la de actuar como barrera que no deje entrar o salir nada del cuerpo sin su permiso.
La razón por la que no resulta tan peligroso manipular el mercurio con nuestras manos es que la cantidad de este metal que se puede absorber por la piel es muy pequeña. Es tan pequeña que rara vez llega a ser realmente tóxica.
Así que, ¿Cuál es la respuesta a la pregunta de qué pasa si tocamos mercurio con nuestras manos? Probablemente nada.
¿Por qué tanto alboroto?
Tras leer el último párrafo puede que muchos se pregunten ¿cuál es, entonces, el problema con el mercurio? ¿Por qué se debe llamar a un equipo especial de decontaminación cada vez que se riega en el suelo?
La razón es muy sencilla. El mercurio es un líquido, y, como todos los líquidos, se evapora con el tiempo, lo que hace que estemos expuestos a vapores de mercurio si cae en una habitación cerrada. Es verdad que se evapora muy lentamente, pero cuando una gota de mercurio cae al suelo, se fragmenta en cientos de pequeñas gotitas que se esparcen por todos lados, y es muy difícil recogerlo todo sin el equipo adecuado.
Por esta razón, lo más probable es que siempre queden gotas de mercurio escondidas en algún rincón, evaporándose poco a poco, y poco a poco envenenando a las personas que hacen vida en dicha habitación.
¿Qué hacer cuando se cae al suelo el mercurio?
La próxima vez que pienses en jugar con el mercurio que se regó al romperse el termómetro o algo similar, en lugar de eso sigue los siguientes pasos:
- Colóquese guantes de goma, nitrilo o latex.
- Reúna todas las gotas de mercurio que pueda con un cartón.
- Recoja todo el mercurio metálico que sea posible con la ayuda de un gotero desechable o, si no consigue uno, con una hoja de papel o similar. Introdúzcalo en un recipiente pequeño de vidrio, o en su defecto en una bolsa con cierre.
- Vaya a la farmacia local y compra una bolsita de azufre en polvo.
- Espolvoree el azufre en el suelo donde ocurrió el riegue y donde quiera que vea gotas muy pequeñas que no pueda recoger con el gotero.
- Deje al azufre reaccionar un momento y luego recógelo con ayuda de una brocha y una hoja o una pala pequeña y reúna todo en el mismo recipiente o bolsa con cierre.
El azufre reacciona con el mercurio convirtiéndolo en sulfuro mercúrico, un compuesto muy estable y totalmente insoluble en agua que se puede recoger fácilmente del suelo.
Referencias
Environmental Protection Agency (s.f.). Qué hacer si se rompe un termómetro que contiene mercurio. Disponible en https://espanol.epa.gov/espanol/que-hacer-si-se-rompe-un-termometro-que-contiene-mercurio
International Pollutants Elimination Network (s.f.). Enfermedad de Minamata. Disponible en https://www.econstor.eu/bitstream/10419/84396/1/595683878.pdf
Organización Mundial de la Salud (31 de marzo de 2017). El mercurio y la salud. Disponible en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mercury-and-health
Yacuzzi, Enrique (2008) : Chisso Corporation y la enfermedad de Minamata, Serie Documentos de Trabajo, No. 391, Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (UCEMA), Buenos Aires. Disponible en https://www.econstor.eu/bitstream/10419/84396/1/595683878.pdf